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Sucesos

Desarticulado un grupo criminal de robo de cobre en Valladolid

La Guardia Civil detiene a siete personas de una banda de Córdoba por robar casi 11 kilómetros de cable en Peñaflor, Castromonte y Olmos de Esgueva

Material hallado en una furgoneta.GUARDIA CIVIL

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Diario de Valladolid | El Mundo
Valladolid

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La Guardia Civil ha detenido a siete personas, residentes en la provincia de Córdoba, como presuntos autores del robo de casi 11 kilómetros de cable de telefonía en la provincia de Valladolid. Según cálculos de las autoridades, los 10.850 metros sustraídos en Peñaflor de Hornija, Castromonte y Olmos de Esgueva, que superan los 19.000 kilos de cobre, han supuesto un perjuicio económico a la empresa de comunicaciones de más de 100.000 euros. 

La investigación se inició a raíz de varias denuncias presentadas por la entidad de telefónica, relacionadas con la sustracción de cableado aéreo de telecomunicaciones entre los días 24 de octubre y 11 de noviembre de este año. A partir de estas denuncias los investigadores de la Guardia Civil iniciaron gestiones tendentes al objeto de identificar y detener a los presuntos autores., en el marco de la operación 'Hornijaro'

Gracias al testimonio de varios vecinos, que facilitaron las matrículas de vehículos que habían llamado su atención porque se desplazaban de manera sospechosa por las carreteras que conectan las poblaciones perjudicadas, los agentes pudieron rastrear los movimientos de los presuntos autores, según explicaron en un comunicado enviado a los medios.  

En la nota de prensa aclaran que intercambiaron la información con otras unidades policiales y así pudieron relacionar a los vehículos con un grupo de personas que residían en la capital cordobesa, vinculados presuntamente a un grupo criminal dedicado a los robos de cable

Desde que arrancó la investigación, las fuerzas de seguridad comprobaron varios viajes de los sospechosos a la provincia y establecieron un dispositivo de vigilancia hasta que en la tarde-noche del 10 de noviembre, detectaron que las personas investigadas se desplazaban a Valladolid en varios coches. 

En concreto, explica la Guardia Civil en el comunicado, se dirigían a Peñaflor de Hornija, donde ha habían actuado previamente. El objetivo aquel día era "seguir de cerca los movimientos de los sospechosos y anticipar posibles nuevas acciones delictivas".

Ya de madrugada, los agentes del operativo observaron que dos de los vehículos sometidos a vigilancia circulaban sentido a la autovía A-62 y fueron interceptados e identificados en Zaratán. En los dos vehículos "viajaban siete personas que vestían con ropa oscura con evidentes signos de haber estado en el campo al estar manchados de barro y mojados". 

Al comprobar lo que había en el interior, descubrieron mangueras de cobre de cable, cortado en tramos de entre dos y tres metros, y una escalera telescópica, presuntamente para acceder y cortar el cableado. También encontraron ropa de abrigo oscura, guantes, linternas y herramientas de corte. 

Según pudo comprobar la Guardia Civil, habían extraído ese material de la línea aérea entre Castromonte y Peñaflor. En concreto, 2.350 metros de cable, con un peso de 2.100 kilos, valorados en 10.250 euros. 

Modus operandi

Los sospechosos, que residen en asentamientos ubicados en la periferia de Córdoba, se trasladaban a la provincia de Valladolid con vehículos de gran capacidad de carga a nombre de terceros para evitar ser identificados y se repartían las funciones. Varios se bajan de los vehículos en la zona elegida, portando una escalera telescópica para subir a los postes de madera y acceder al cable que discurre suspendido entre postes, realizando varios cortes de cable para hacer caer este al suelo; mientras que otros realizan labores de vigilancia con vehículos que circulan por las vías de comunicación en las proximidades de donde realizan el corte, para localizar a posibles patrullas policiales.

El corte de cable lo realizaban en zonas en las que la línea de telecomunicaciones discurre por tierras de labor o zonas de monte bajo, que les facilitaba la ocultación durante la ejecución de los robos, cortando el cable sustraído en tramos pequeños de tres o cuatro metros que facilitan su manejo y carga en los vehículos.

Cuando se dan las condiciones de seguridad necesarias, desplazan las furgonetas hasta la zona de corte y cargan todo el cable sustraído, desplazándose posteriormente ya de madrugada hasta el asentamiento donde se ubican sus domicilios, siendo en este lugar donde tras quemar la cubierta plástica que protege al cable de cobre, para evitar su identificación y facilitar su trazabilidad, realizan la venta de cobre obteniendo así un rápido y limpio beneficio económico.

Esta operación se suma a las dos ya realizadas por la Guardia Civil de Valladolid durante el año 2024, denominadas "Carlotaro" y "Boquero" en las que se desarticuló a dos grupos criminales dedicados a la sustracción de cable de cobre aéreo de telecomunicaciones en la provincia de Valladolid, habiendo sido detenidas diez personas y se está pendiente de detener a otras cuatro personas que en el momento de las explotaciones de las operaciones habrían huido de España.