Traspinedo en Valladolid luce nueva depuradora

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha puesto en marcha la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Traspinedo (Valladolid), dotada para dar servicio a 4.000 habitantes equivalentes y un caudal de 65 metros cúbicos por hora. El titular del departamento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, visitó hoy la infraestructura, junto al alcalde de la localidad, Francisco Javier Fernández, que forma parte del programa de la Junta para depurar las aguas en el 100% de los municipios de Castilla y León, concretamente del tramo de entre 500 y 2.000 habitantes, en el que la Junta invierte 125 millones.

En el caso de la EDAR de Traspinedo, Medio Ambiente destinó 2,2 millones de euros, cantidad financiada al 80% por la Junta, ayudados por fondos FEDER, y el 20% por el Consistorio, al que el Gobierno autonómico "le da la facilidad de pagar a 25 años", precisamente el tiempo que explotará la infraestructura la empresa pública Somacyl.

Hasta ahora, los vertidos de este municipio acababan en el Arroyo de la Vega, muy cerca de río Duero, situación que el propio Suárez-Quiñones reconoció que incumplía la normativa europea.

El proyecto contempla la construcción de un complejo emisario de cuatro kilómetros que tiene que sortear la N-122, una carretera provincial y la antigua vía férrea Valladolid-Ariza, y que finaliza en una estación depuradora dotada de las últimas tecnologías y permitirá dar servicios a una población de 4.000 habitantes equivalentes, incluido negocios e industria, también en previsión futura de aquellas que podrían instalarse en el cercano polígono. Así, el municipio tiene asegurada la depuración de sus aguas residuales en las mejores condiciones, pudiendo albergar en el futuro cualquier tipo de actividad económica o industria.

El proyecto cuenta, según informó Suárez-Quiñones, con los "más modernos sistemas" de depuración y un importante caudal admisible que puede llegar a los 65 metros cúbicos en una hora. El proceso de depuración está formado por pozo de gruesos, desbaste y desarenado, todo ello alojado en un edificio de proceso, donde se eliminan los sólidos de mayor tamaño, arenas y grasas. El tanque imhoff es el encargado de la reducción de los sólidos suspendidos, almacenamiento y digestión de fangos y del tratamiento biológico mediante biodiscos (eliminar la materia orgánica carbonada y conseguir una reducción del nitrógeno). El último proceso al que se somete el agua es la decantación secundaria en el que se separa el efluente depurado de los fangos formados en los procesos anteriores.

Los fangos decantados en el clarificador se conducen al tanque imhoff para su digestión y desde éste, cada cierto tiempo, se impulsan a la línea de fangos formada por espesador y deshidratación mecánica para su posterior envío a un gestor autorizado que realiza su valorización.

Una vez tratadas las aguas, el efluente depurado en la EDAR se conduce desde un pozo de registro hasta el punto de vertido en el río Duero a través de un nuevo emisario de salida.

La EDAR de Traspinedo forma parte de una "preocupación por la calidad de las aguas y por el comportamiento sostenible" de la Junta para colaborar con la depuración, que supondrá levantar 240 depuradoras grandes en localidades mayores de 500 habitantes equivalentes, con una inversión de 140 millones, y otras 1.200 pequeñas, con otros 125 millones de euros en municipios menores de 500.

Todas estas infraestructuras se encuentran, dijo, en distintos trámites de ejecución, de proyecto y de aprobación de convenio con los ayuntamientos, "pero todas en marcha, en obra o con carácter previo". De ellas, dijo, Valladolid tendrá 103 plantas depuradoras con un desembolso de 33 millones, de las que 34 son grandes (21 millones de euros) y 68 más pequeñas (12 millones). El consejero recordó que la previsión es concluir este programa hacia la mitad de la legislatura próxima. "Pocas regiones europeas van a tener todas las aguas depuradas", dijo.

Por su parte, el alcalde del municipio, Francisco Javier Fernández, recibió la EDAR, una "demanda histórica" que los diferentes equipos de Gobierno han reivindicado durante la última década y que "ahora se pone en marcha gracias al programa de la Junta", con el 20% que asume el Ayuntamiento para los gastos de mantenimiento en los sucesivos años. "Es muy necesaria porque ahora mismo el municipio no está depurando las aguas como debiera. Así nos comprometemos con el medio ambiente, somos un municipio moderno y que tiene una doble visión, porque no solo recoge el agua de la depuración del casco urbano, sino que también de las urbanizaciones del extrarradio, que tenemos unas cuantas, y verterlos debidamente al río Duero".

Por lo tanto, concluyó, se trata de "una necesidad y una satisfacción", ya que vaticinó que con esta obra las viviendas del casco urbano como las de las urbanizaciones "se verán revalorizadas con un servicio más en marcha".