ÍSCAR
Encierro complicado en Íscar: solo un novillo llega al tramo urbano
De los cinco cabestros que conformaban la manada solo uno apareció por las calles después de que los jinetes tuvieran que reconducir hasta cuatro veces a alguno de los animales
Íscar celebró su segundo encierro campero de las fiestas. Sin embargo, como aclaró el alcalde de la localidad José Andrés Sanz, fue "complicado desde el inicio". De hecho, de los 5 novillos que formaban la manada, junto a sus bueyes, solo uno alcanzó a correr por el tramo urbano ya que, desde el primer momento, la manada "se disgregó en grupos", como afirma Sanz, y hasta en 4 ocasiones los jinetes tuvieron que reconducir a alguno de los cabestros perdidos por el campo.
Complicaciones a parte, no hubo que lamentar heridos y este encierro campero hizo correr a unos 250 jinetes por el campo hasta llegar al tramo urbano, donde los vecinos aguardaban a la entrada de los novillos, aunque solo uno de los cabestros, junto a 8 bueyes llegara a hacer el recorrido.
El encierro dio comienzo a las 9.30 horas de la mañana, ya con los caballistas sobre sus monturas esperando a la suelta de los animales. Sin embargo, minutos después de que los cabestros comenzaran a correr, el primero de los novillos se extraviaba, lo que obligó a los jinetes a reconducirlo hasta los corrales de Santa María. Más tarde, volvía a suceder, otro de los astados se escapaba, y de nuevo obligaba a los caballistas a tomar cartas en el asunto y volverlo a reconducir.
Así, y después de varias pérdidas de animales por el camino, algunos llegaban a la calle Ricardo Sanz, junto a la Iglesia de Santa María del municipio, inicio del recorrido urbano del encierro de reses bravas, aunque, finalmente solo uno de los toros junto a sus ocho bueyes aparecían por las calles de Íscar hasta llegar a la plaza de toros.
Sin embargo, y aunque en su conjunto este segundo y último encierro campero de Íscar fuera complicado, nada tuvo que ver con el primero, donde dos jinetes necesitaron de atención médica tras caer de su montura. El edil explica que la incidencia se produjo cuando uno de los bueyes cayó, y algunos de los jinetes no pudieron esquivarlo a tiempo. De los dos caballistas hospitalizados, uno de ellos recibió el alta la tarde de ayer, aunque el otro sigue en el hospital ya que con la caída se rompió "varias costillas", como cuenta Sanz.
De esta manera, el municipio acoge las últimas actividades taurinas de sus fiestas, que finalizarán hoy, no sin antes celebrar un encierro infantil a las 13.00 horas de la mañana, con los torillos de la Peña el Abuelo, y un último desencierro por las calles de la villa, con salida desde la plaza de toros, programado a las 19.00 horas de la tarde. Este será el que marque el punto y final al apartado taurino de las fiestas de Íscar.