Castrillo de Duero celebra las nupcias de 'El Empecinado'

Juan Martín Díez, conocido popularmente como el Empecinado, nació en Castrillo de Duero allá por 1775 . En esa misma localidad, contrajo matrimonio el 1 de marzo de 1796 con la burgalesa Catalina de la Fuente en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Hijo de un labrador de Castilla, El Empecinado combatió contra los franceses en la Guerra del Rosellón, la cual se prolongó hasta 1795.

Tras el levantamiento de 1808, el cual dio el pistoletazo de salida a la Guerra de la Independencia, El Empecinado se unió a las líneas militares del general Cuesta, las cuales finalmente resultaron vencidas por los galos.

El Empecinado, inconforme ante los resultados obtenidos, organizó pequeñas guerrillas que impidieron la comunicación entre los diferentes grupúsculos de franceses.

Gracias a este método, sustentado en el conocimiento del terreno, las tropas galas comenzaron a debilitarse en una guerra abierta que se prolongó hasta 1814.

Juan Martín se convirtió en enemigo declarado de los franceses, quienes intentaron capturarle en varias ocasiones, sin éxito.

En torno al Empecinado se erigió una auténtica leyenda, especialmente en su tierra natal, lo que derivó en que se le concediera el prestigioso rango militar de ‘general’.

Sin embargo, tras la expulsión de los franceses y la restauración de Fernando VII, el rey lo confinó en Valladolid.

Posteriormente, en 1820, el Empecinado asumió cargos importantes en la Administración liberal, como gobernador militar de Zamora y segundo jefe de la Capitanía General de Castilla la Vieja; participó, además, en la resistencia contra la invasión de los “Cien Mil Hijos de San Luis” en 1823.

Tras la derrota, se exilió un breve período de tiempo en Portugal, regresando ese mismo año para ser arrestado y encarcelado injustamente en el castillo de Roa. Allí, fue sometido a un trato vejatorio por los Voluntarios Realistas. Después de un juicio amañado y manipulado, fue condenado a muerte y ejecutado por orden expresa del rey.

La boda de 'El Empecinado', todo un atractivo cultural

Castrillo del Duero ha acogido la novena edición del evento conocido como ‘La boda del Empecinado’; un atractivo cultural que, desde su primera edición, reúne a más de cuatrocientas personas en el pueblo natal del guerrillero español.

Se trata, tal y como señalan desde el propio comité organizativo del espectáculo, de un reclamo cultural cuyo objetivo es reivindicar el patrimonio histórico del pueblo.

Cada año, el recorrido es diferente; ésto, indican, es un atractivo para los visitantes que, durante el trayecto, van guiados por dulzaineros que acompañan al cortejo nupcial.

Destacan, además, que ningún actor participante en la representación es profesional aunque, eso sí, la dirección y guionización del acto corre a cargo de César Catalina y cada año un personaje ‘ilustre’ se cuela entre el elenco de actores; este año es el turno de Manuel Ángel González, miembro de la asociación “Buezillo".

La recreación comenzó  en la plaza de Santa Marta, muy cercana al arroyo Botijas, a las 19:30 y se  ha prolongado durante, aproximadamente, una hora y media.

Al finalizar, los asistentes han sido obsequiados con rosquillas y limonada.