Escalada de violencia en Medina por los conflictos de más de un centenar de temporeros marroquíes

La escalada de conflictos lleva la inseguridad a las calles de Medina del Campo. Los episodios de pánico se suceden en el municipio. La colonia de marroquís y del resto de ciudadanos de otros países está bien asentada con la presencia del imán pero hay un amplio grupo de temporeros procedentes de Marruecos que están fuera de control. Su agresividad se sucede día tras día. Huyeron de su país para evitar la cárcel. En las calles de Medina hay un problema de seguridad, no de convivencia.

Los episodios de agresividad son frecuentes y la policía local no da abasto para atender las llamadas que reciben para actuar. Los agentes de Medina han intervenido en los últimos días en 25 altercados con 12 detenidos reincidentes. Su suceden los episodios de agresiones, peleas y provocaciones continuas y la policía tiene que multiplicarse.

Medina cuenta con 26 agentes de policía municipal y 23 de ellos patrullan por las calles. En el último episodio de violencia no pudieron verse reforzados por la policía nacional ya que un grupo de ellos intervienen en actuaciones judiciales y otros atienden las denuncias que reciben por violencia de género, según fuentes de la investigación.

Es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan a diario los integrantes de la policía local, conscientes de la inseguridad que viven los vecinos. En Medina han vivido los conflictos habituales que se generan en cualquier municipio, pero el temor se acentúa tras la llegada de estos temporeros marroquíes que han protagonizado multitud de altercados. En su país ya protagonizaron numerosos episodios violentos y si ahora se encuentran en Medina del Campo es para huir de las detenciones en Marruecos. Estos temporeros marroquíes son conocidos por sus frecuentes altercados, como el protagonizado por dos de ellos que se encontraban orinando en la calle y no dudaron en seguir haciéndolo, apuntando a dos chicas que pasaban por la zona. Es un episodio más de los numerosos que ocurren a diario. Los temporeros asentados en el municipio abandonaron su país para escapar de la cárcel. Ellos constituyen el mayor peligro. La comunidad instalada en el municipio vallisoletano es de 400 personas, de las que 150 son temporeros desplazados desde Marruecos hasta Medina para las labores de la patata.

Peleas callejeras y agresiones trasladan el pánico al municipio y las quejas del alcalde, Guzmán Gómez, y de los hosteleros ya han llegado al subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales, quien asegura que la policía ha intensificado la vigilancia, Canales asegura que la precariedad laboral es un factor destacado. Se trata de personas conflictivas que han llegado hasta Medina del Campo por dos razones fundamentales, la primera para huir de las cárceles y la segunda para conseguir un puesto de trabajo en el municipio.

Este grupo de marroquíes conflictivos es de sobra conocido por los agentes de la policía local de Medina. La forma de actuar de los hombres que orinaban en la vía pública cuando pasaron por allí dos chicas, a la que salpicaron, es una muestra de su forma de actuar.

El imán de la comunidad defiende que no se trata de un problema de convivencia y que el mayor peligro radica en la inseguridad. Los vecinos que residen en el municipio vallisoletano viven jornadas de temor e inseguridad. El alcalde no oculta su preocupación por el aumento de peleas callejeras y así lo indicó semanas atrás a través de la red social X. «Muestro mi preocupación por el incremento del número de peleas callejeras. La llegada masiva de inmigrantes musulmanes fuera de control hace que salten las alarmas entre la población», señaló.

La comunidad instalada en Medina se eleva a 400 personas. Hay armonía entre la mayoría de ellos con ciudadanos procedentes de diversos países pero el problema lo origina un grupo de 150 marroquíes que ya habían protagonizado altercados en su país y ahora los repiten en Medina. Subdelegación del Gobierno ha enviado efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) para combatir esta escalada de inseguridad en el municipio. Canales indicó tras reunirse con el alcalde y los hosteleros que Medina del Campo es un municipio seguro y añadió que los problemas se incrementan en verano ante la llegada de estos inmigrantes en busca de trabajo.

Los peores episodios se producen los fines de semana con las peleas callejeras. La ingesta de alcohol produce episodios violentos, que se repiten con frecuencia ante el temor generalizado de los vecinos, que asisten preocupados a esta escalada de episodios que ponen en peligro su seguridad.

Canales confirma que tras la alarma desatada aumenta el número de identificados y que las operaciones de la policía incluyen las consultas de la Inspección de Trabajo para comprobar si algunos de estos trabajadores se encuentran en situación ilegal en Medina.

El subdelegado del Gobierno ha mantenido reuniones con los comerciantes de la villa, que le han trasladado sus temores ante la escalada de la violencia. Canales les ha comentado que confía en que el aumento de la vigilancia por parte de la policía y las gestiones de la Inspección de Trabajo darán sus frutos.

Canales indicó que también se han mantenido contactos con la Junta ya que junto con el Ayuntamiento son las administraciones competentes en servicios sociales y viviendas. Los temores en Medina del Campo se acentúan los fines de semana. Las peleas callejeras se suceden y la policía se ve obligada a intervenir.

Comunidad disgustada

El imán ha trasladado que la comunidad se encuentra muy disgustada por los continuos altercados que se producen en la villa y asegura que lo único que pretenden es que la gente no les confunda. La mayoría de estas personas que se han instalado en Medina llevan a cabo su trabajo sin ningún tipo de incidente pero lamentan que los temporeros marroquíes protagonicen actos violentos que llevan la inseguridad al municipio.

Los agentes de la policía local de Medina se ven impotentes para frenar esta ola de altercados. Saben perfectamente la importancia que tiene su presencia en la calle como efecto disuasorio pero echan la falta de refuerzos de la policía nacional por el hecho de no estar adscritos para realizar las tareas que surgen cuando los temporeros marroquíes muestran su lado más agresivo.