La comedia de Lope de Vega que se estrena en Olmedo gracias a la IA

¿Se imaginan asistir al estreno de Romeo y Julieta? ¿tener entre manos un ejemplar de la primera edición de El Quijote? Que nos perdone Lope de Vega por referirnos a su eterno rival, pero es que hasta el mismo Fénix de los ingenios no daría crédito si supiese que, casi cuatro siglos después de su rúbrica, una de sus obras renacerá en la villa del Caballero. Este martes, Olmedo subirá el telón de una comedia cuyo descubrimiento aún parece propio de la ciencia ficción.

Fue una de las noticias del año 2023 en el panorama cultural. La inteligencia artificial consiguió atribuir un manuscrito custodiado por la Biblioteca Nacional a la autoría de Lope de Vega, uno de los grandes dramaturgos del Siglo de Oro español. ‘La Francesa Laura’, tras ver la luz el pasado mes de noviembre en Madrid, se subirá a la escena de un Olmedo Clásico que se prepara para vivir una de las noches más especiales de su cartel.

Investigadores de las universidades de Valladolid y de Viena, gracias a la utilización de una inteligencia artificial, lograron relacionar esta obra, uno de los muchos anónimos que guarda el fondo de manuscritos teatrales de la BNE, con la pluma de Lope de Vega. La herramienta informática ‘Transkribus’, que permite transcribir manuscritos antiguos con gran precisión, facilitó la preparación de los materiales necesarios para la investigación.

Este hallazgo fue posible gracias a la colaboración de esta institución con el proyecto ETSO (Estilometría aplicada al Teatro del Siglo de Oro), dirigido por Álvaro Cuéllar y Germán Vega (codirector del Festival de Olmedo) y que cuenta con hasta 150 colaboradores dedicados a la aplicación de análisis informáticos a la literatura teatral del Siglo de Oro. Contaron con la colaboración del grupo PROLOPE, de la Universidad Autónoma de Barcelona, especializados en el estudio de la obra lopesca.

En primer lugar, se realizó la transcripción automática del texto. Previamente, el software informático fue entrenado con alrededor de tres millones de palabras correctamente identificadas procedentes de unas 1.300 obras teatrales del Siglo de Oro español.

En una segunda fase, las obras fueron clasificadas por autor mediante procesos de aprendizaje automático capaces de identificar autores con más del 99% de precisión, como han demostrado estudios recientes. Entre el millar de comedias transcritas automáticamente, “La francesa Laura” fue clasificada como escrita por Lope de Vega en su totalidad. Los usos léxicos de la obra se alineaban estrechamente con los suyos propios y no con los de los otros 350 dramaturgos de la época que estaban disponibles en el experimento.

La Fundación Siglo de Oro será la encargada de llevar a escena esta obra, al igual que hizo en su estreno absoluto en Madrid el pasado otoño. ‘La Francesa Laura’ es una comedia palatina correspondiente al periodo final de Lope, fechada en torno al año 1627.

La trama se desarrolla en Francia durante la Guerra de los Treinta Años. Tras la firma de la paz con Inglaterra, el heredero al trono francés se encaprichará de la joven Laura, hija del Duque de Bretaña. Una comedia de enredos que cuenta con una gran variedad de métricas.

La directora, Marta Poveda, describe así su visión del espectáculo: «Lope, el gran rastreador de los enamoramientos, una vez más nos envuelve en un delirio desatado de celos, pasiones, arrojos y equivocaciones».

«Mi reto es embaucar al espectador a través de estas almas pasionales, almas extraviadas, cuyos actos de amor se convierten en un desatino, dado que ansían más su propio deseo que la figura amada. Y lo más importante de todo, Lope, aunque parezca increíble a estas alturas, nos permite una reflexión activa sobre una condición no superada a pesar del transcurso de los siglos», explica Poveda.

El autor de obras tan célebres como ‘Fuenteovejuna’, ‘El perro del hortelano’ o ‘La dama boba’, volverá a vivir la inquietud propia de un estreno teatral. Desde el eterno corral de comedias que ocupan nuestros inmortales dramaturgos, hoy Lope se enfrenta a un auditorio bien distinto al que, en su día, concibió para dar vida a los enredos y fantasías de su francesa Laura.

Un respetable al que el destino -y los avances de nuestro tiempo- han hecho merecedor de poder presenciar, por vez primera, una obra rescatada del anonimato que resucita, cuatro siglos después, sobre las tablas de Olmedo.