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El ‘Amazon rural’ de Valladolid arrancará con 85 comercios e incluye taquillas de recogida

La Diputación presupuesta por 620.325 euros el desarrollo de un marketplace de venta online para facilitar las ventas a pequeños negocios de la provincia e incluye ‘smart lockers’ en Íscar, Aldeamayor, Rioseco, Boecillo, Viana y Matapozuelos

Calle comercial de Medina de Rioseco, donde el Ayuntamiento prevé colocar las taquillas inteligentes.J.M. LOSTAU

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Valladolid

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Los establecimientos ubicados en los pueblos de mediano tamaño de Valladolid dispondrán de una novedosa plataforma virtual que les permitirá vender online sus productos y enviarlos a cualquier punto geográfico, gracias al proyecto impulsado desde la Diputación para convertir la provincia en un «gran centro comercial». La innovadora propuesta está previsto que se estrene a finales de este año e irá acompañada de la instalación de taquillas inteligentes en seis municipios, para que los compradores que así lo deseen puedan recoger en cualquier momento los productos adquiridos.

En el futuro marketplace habrá un amplio inventario de productos de los comercios de la provincia que se quieran adherir a la iniciativa y, al igual que en otras páginas webs de establecimientos o de plataformas de venta, los ciudadanos podrán guiar su búsqueda y aplicar filtros sobre los contenidos, ir metiendo artículos en su cesta y, por supuesto, tramitar su pedido de manera online .

A la hora de pagar, los usuarios podrán elegir entre diferentes métodos (tarjeta de crédito, transferencia bancaria, PayPal o Bizum, por ejemplo) y también decidirán si optan por recoger la compra en persona, prefiere que se lo envíen a casa o quiere que se lo depositen en los ‘smart lockers’. Estos sistemas, en concreto, se ubicarán en Íscar, Aldeamayor de San Martín, Medina de Rioseco, Boecillo, Viana de Cega y Matapozuelos.

En total, 90 ‘celdas’ disponibles porque en cada una de las seis localidades seleccionadas habrá quince taquillas. Cinco de ellas para productos refrigerados, otras cinco para productos que no necesiten frío (calzado, ropa o conservas, por ejemplo) y cinco cuyo uso tendrá que validar la institución provincial en función de la propuesta que realice la empresa que se encargue del desarrollo del marketplace.

Por el momento el expediente está en fase de contratación y cuenta con un presupuesto de 620.325 euros (IVA incluido) –financiados a través de fondos Next Generation de la Unión Europea–, una vez que la Diputación obtuvo hace unos meses la aprobación de este proyecto titulado ‘Digitalización e impulso de la actividad comercial en el entorno rural de la provincia de Valladolid’.

El objetivo es crear esta «gran herramienta» que agrupe a los comerciantes interesados, siempre que se ubiquen en municipios de entre 1.000 y 20.000 habitantes, lo que acota el número de beneficiarios a un listado de 36 enclaves. De los comercios que tengan su sede en ellos, la previsión es que la web cuente con al menos 85 establecimientos.

Para llegar a esa cifra de referencia (o superarla, claro), quienes se alcen como adjudicatarios del proyecto tendrán que hacer ‘campaña’ y explicar a los dueños de las tiendas los beneficios de formar parte de este novedoso escaparate destinado a fomentar el consumo local y promover las ventas telemáticas. Así, la empresa que se contrate para crear el marketplace «deberá realizar visitas presenciales al 90% aproximadamente de los comercios ubicados en cada uno de los 36 pueblos» que entran en la horquilla de población establecida.

Además de la captación y registro, el adjudicatario tendrá que encargarse de fotografiar los productos que cada participante quiera incluir en su catálogo –por lo menos quince de cada negocio– y explicarles el funcionamiento de la aplicación para que después ellos mismos puedan actualizar sus productos y gestionar los pedidos.

De hecho, cada minorista podrá acceder a su espacio de trabajo con un usuario y una contraseña para configurar los datos relacionados con su comercio, gestionar su stock, añadir nuevas referencias, destacar productos, aplicar descuentos y promociones o emitir facturas, entre otras cuestiones.

Los clientes, por su parte, también podrán registrarse si así lo desean, aunque las bases del contrato en ciernes establecen que podrán acceder a la plataforma y hacer las consultas que consideren sin necesidad de estar registrados.

Además de la creación del marketplace como herramienta para facilitar las compras en comercios de proximidad y hacer frente a la despoblación, según destacó el diputado de Empleo, Desarrollo Económico y Reto Demográfico, Roberto Migallón, el proyecto irá acompañado de una plataforma OTT con contenido promocional. Se trata de un recurso complementario donde se ‘colgarán’ vídeos publicitarios, se podrán retransmitir eventos en directo y se incluirán todas las acciones que la Diputación considere necesarias para fomentar el comercio minorista a través de las nuevas tecnologías.

Será como una especie de Netflix donde los usuarios podrán seleccionar retransmisiones en streaming o contenidos almacenados y accesibles bajo demanda.

Se trata, en definitiva, de «apoyar al comercio de proximidad en el entorno rural de Valladolid y facilitar su adaptación hacia la comercialización online» desde una visión global de la provincia, aprovechando la tecnología actual. «Con este ambicioso proyecto se pretende visibilizar, dar impulso y facilitar la transición hacia la digitalización del comercio de proximidad de las zonas rurales de la provincia de Valladolid, principalmente a través de herramientas digitales y de la utilización de nuevas tecnologías», razona la Diputación en la memoria del proyecto.

En la justificación de esta propuesta destacan que la oferta comercial de productos y servicios en los municipios es un de los «principales factores» a la hora de fijar población, mejoran la calidad de vida de sus residentes y abren «nichos de empleabilidad», por lo que consideran que supone una «oportunidad» para la «mejora y dinamización» de un sector que tildan como «clave».

El día 11 de diciembre de este año ya tiene que estar en marcha, según los plazos fijados por la Unión Europea.