Diario de Valladolid

Una parada en la travesía del emperador

La localidad vallisoletana de Medina del Campo conmemora la llegada del rey Carlos V en su trayecto de retiro al monasterio de Yuste en 1556 / «Es una cita que hace gala de la importancia que ostentó la villa»

El rey Carlos V entra en la localidad de Medina de Rioseco en su viaje al monasterio de Yuste.-NURIA MONGIL / PHOTOGENIC.

El rey Carlos V entra en la localidad de Medina de Rioseco en su viaje al monasterio de Yuste.-NURIA MONGIL / PHOTOGENIC.

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Lúa Velasco

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5 de noviembre de 1556, una fecha marcada en el calendario de Medina del Campo. En un viaje de retiro de camino al monasterio de Yuste, el emperador Carlos V puso el pie en esta localidad, todo un referente ferial, económico y comercial de la época. Ahora, 463 años después, la villa de las Ferias viaja en el tiempo y regresa al pasado para representar este momento único. «Una recreación histórica que hace gala del patrimonio e importancia que ostentó Medina del Campo durante muchos siglos pasados», relató el alcalde del municipio, Guzmán Gómez.

Cuenta la leyenda que el emperador se alojó una única noche en el Palacio renacentista de los Dueñas, ubicado muy cerca de la Plaza Mayor y propiedad del comerciante medinense y gestor del reino en esa época, Rodrigo de Dueñas; anfitrión que recibió con alabanzas y de manera majestuosa al rey, llegando incluso a colocar un brasero de oro macizo y quemando en él palos de canela de Ceilán; ostentosidad que al huésped Carlos V no agradó.

A la mañana siguiente, el emperador partió, junto al resto de su comitiva, a la próxima escala –de un total de 24–, ubicada en Horcajo de las Torres en la provincia de Ávila, para proseguir la marcha hasta su retiro en Yuste, donde fallecería tiempo después, en el año 1558.

Este enfado del rey fue una de los tantas representaciones que ayer pusieron en escena los integrantes de la compañía medinense Cristóbal de Mondragón y de Mercado que, vestidos con atuendos de la época y junto al Ayuntamiento de Medina del Campo, llevan tiñendo de historia las calles de la localidad por cuarto año consecutivo.

La recreación dio comienzo con la entrada triunfal del emperador en la localidad, llegada que dio paso al recorrido por la calles medinenses de Valladolid, Padilla y la Plaza Mayor; localizaciones donde le esperaban cientos de personas, tanto vecinos como forasteros, que no quisieron perderse la cita. Una vez finalizó el pasacalles histórico, los personajes subieron al balcón del consistorio de la villa para, desde allí, proceder al saludo del emperador y a las autoridades. A continuación, la comitiva partió al Palacio de Dueñas, donde se continuó con la recreación.

«Es una cita que sirve para dar luz y color a un domingo de noviembre», aseguró Gómez, antes de añadir que «siempre se intenta atraer al mayor número de personas de fuera, para que puedan disfrutar de una cita que tiene buena acogida y tirón en Medina del Campo».

Detalles

La localidad vivió una mañana en la que todo se cuidó al más mínimo detalle; las ropas que se lucieron o los utensilios que portaron los miembros del desfile. Además, todos ellos se ciñeron a los textos históricos para elaborar el guion y la ambientación de la recreación histórica.

Y es que Medina del Campo, villa que durante el reinado de Carlos V tuvo un papel fundamental en las finanzas y el comercio de la Castilla del siglo XVI, fue escenario de relevantes hechos históricos en este periodo de tiempo que se inician con las Guerra de las Comunidades y la quema de Medina en el año 1520. Además, el municipio forma parte de la Red Europea de Carlos V, ente gestor del Itinerario Cultural Europeo que tiene como objetivo potenciar estas rutas como producto cultural, turístico y económico.

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