La Lenteja de Tierra de Campos espera subir a 5 millones de kilos

La IGP Lenteja de Tierra de Campos despliega este fin de semana su escaparate en Mayorga. La localidad acogerá la sexta feria monográfica de esta legumbre con marca de calidad, o bien la segunda desde que comparte la cita con otro producto de calidad de la provincia: el pan. La feria acogerá también el II Salón de la Legumbre de Calidad Diferenciada, que incluye un encuentro de trabajo con gestores de restauración y distribución.

Los 300 agricultores que cultivan la Lenteja de Tierra de Campos ponen sus expectativas en la próxima cosecha, tras haber recogido muy poco los pasados meses de julio y agosto debido a la escasez de lluvias: sólo 1.700.000 kilos. El año anterior, el de las cosechas históricas de cereal, uva y también legumbre, habían recolectado nada menos que ocho millones de kilos.

«La cosecha habitual ronda en torno a los 4,5 ó 5 millones de kilos, y es la expectativa que tenemos para la próxima cosecha, que se ha sembrado en febrero y se comenzará a recoger el próximo julio», explicó ayer, en respuesta a este periódico, el director técnico de la Indicación Geográfica Protegida (IGP), Javier Alonso Ponga. En la pasada campaña se acogieron a la marca de calidad 5.800 hectáreas.

Un número, el de la superficie cultivada, que ha ido creciendo desde las 650 hectáreas iniciales de 2006, cuando comenzó la andadura de la IGP. «La superficie va variando pero en los últimos años siempre superamos las 5.000 hectáreas. Hubo 5.700 en 2018 y 5.800 en 2019. Suponemos que el 2020 el número esté también en torno a las 5.500», añadió.

La superficie fluctúa porque la lenteja es un producto extraordinario de cara a la rotación de cultivos. «Las lentejas son atractivas, en primer lugar, porque se siembra con contrato de futuro, que garantiza un precio de entre 50 y 60 céntimos el kilo», aseguró Alonso. «Además, es un cultivo que no necesita abonos nitrogenados, por lo que tiene menos coste en imputs, y también es beneficioso para el cultivo siguiente, en la rotación».

Si después de lenteja se siembra cereal, el aporte de nitrógeno que queda en el suelo favorecerá la cosecha. «En los resultados globales el agricultor sabe que luego va a tener mejores rendimientos».

Eso sí, el objetivo a largo plazo de la IGP sigue siendo el que se marcó en el momento de su fundación: llegar a las 10.000 hectáreas cultivadas en el cómputo total, para alcanzar una producción anual de entre nueve y diez millones de kilos. «El objetivo es ir creciendo poco a poco», remarcó Alonso. La media de la cosecha en las explotaciones alcanza los 900 ó 1.000 kilos por hectárea, en función del clima y la calidad del suelo.

LOS ESCENARIOS

La ‘II Feria del Pan y la Lenteja de Tierra de Campos’ se ubicará en dos escenarios diferenciados: el Museo del Pan y la Plaza de España de Mayorga. Esos dos espacios aglutinarán el trabajo realizado en años anteriores por la Feria del Pan, que suma diez ediciones, y la de la Lenteja de Tierra de Campos, con seis. La cita está organizada por la Diputación, a través de la marca Alimentos de Valladolid; el Ayuntamiento de Mayorga; el Consejo Regulador de la IGP Lenteja de Tierra de Campos y la Sociedad para el Desarrollo de Valladolid (Sodeva), dependiente de la Diputación de Valladolid. El certamen cuenta también con la colaboración de las diputaciones de León, Palencia y Zamora, además de la marca de Garantía Pan de Valladolid.

El vallisoletano Palacio de Pimentel acogió ayer la presentación de la Feria, a cargo del presidente de la Diputación, Conrado Íscar; el alcalde de Mayorga, Alberto Magdaleno y el presidente de la IGP Lenteja Tierra de Campos, José Andrés García. En esta ocasión más de 30 empresas, 14 con el certificado de calidad de Alimentos de Valladolid, han confirmado su presencia, «además de los expositores institucionales de promoción turística y agroalimentaria de las cuatro diputaciones que colaboramos en este evento», explicó Íscar.

También destacó que la Feria «tiene como objetivo la promoción de ambos productos, el pan y la lenteja, elementos básicos de la dieta mediterránea y productos absolutamente tradicionales en nuestra Tierra de Campos». Lo hace además «convirtiendo nuestra agroalimentación en un reclamo turístico para toda la comarca», concluyó.