El proyecto de una granja de pollos divide a los vecinos de San Miguel
Entrada al casco urbano de SanMiguel del Arroyo por la antigua Carretera de Segovia.-GGL SW
Una granja de cría de pollos de tamaño mediano, la primera instalación ganadera que se abre en San Miguel del Arroyo, divide ahora a los paisanos del municipio. La asociación vecinal ‘San Miguel en Vivo’ levantó el pasado lunes la voz de alarma, después de una reunión celebrada entre socios y vecinos para abordar el asunto. A través de una nota de prensa, la entidad denunció lo que considera una amenaza para un «lugar privilegiado» con «una belleza paisajística de alto valor» como la que hay en el pueblo.
Se trata de una instalación de 52.000 pollos, una granja de tamaño muy normal si se tiene en cuenta que ese número de aves corresponde a 364 UGM (Unidades de Ganado Mayor), o bien, por ejemplo, a 1.200 cerdos, cuando el límite legal de cochinos que se pueden criar en una explotación se acerca a los 8.300, o bien 864 UGM.
Pero los vecinos, que nunca han tenido grandes granjas en el término municipal, entonan el grito de guerra: «es una explotación intensiva de pollos, cuya licencia está tramitando el Ayuntamiento, que generará más de 500.000 kilogramos de estiércol al año», apunta la asociación en su comunicado.
Una actividad que podría derivar en «el decaimiento del turismo rural y el atractivo del municipio», añade, a la vez que recuerda que hace tres años el Consistorio limitó las normas urbanísticas para limitar la instalación de las llamadas ‘macrogranjas’ de porcino.
El alcalde de la localidad, José Arenal, sin embargo, declaró que la asociación ‘SanMiguel en Vivo’ «sólo busca generar alarma y confrontación en el pueblo», y recordó que el otorgamiento de licencias «es un acto perfectamente regulado por ley». También apuntó que la tramitación está en exposición pública.
Por su parte, la empresaria promotora de la granja, la cuellarana Tatiana Torija, declaró ayer que el proyecto cumple la normativa y que no contaminará, ya que, por ejemplo, el estiércol se retirará de forma constante por una empresa de gestión de residuos como exige la Junta.