Suegro y yerno enfrentados por Castilla

«Voy confiado, aunque vaya a hablar con mi suegro, ahora soy yo el que manda y tiene el poder». Los pensamientos de Felipe el Hermoso rondaban en su cabeza al compás del galope de los caballos de su séquito de camino a la iglesia de Renedo, donde su suegro, Fernando el Católico, le esperaba para negociar sobre el reinado en Castilla.

Renedo de Esgueva se convirtió ayer en una máquina del tiempo que se detuvo en el año 1506, cuando tuvo lugar el último encuentro entre Fernando el Católico y Felipe el Hermoso. En las tensas palabras que intercambiaron no podía intuirse que aquella discusión sería la última. Tampoco que sería de vital importancia para los acontecimientos que más tarde ocurrirían en Castilla. El confiado marido de Juana consiguió el trono, pero su reinado solo sería estival, al morir en septiembre de ese mismo año.

Fernando el Católico llegó al pueblo junto a su guardia con colores recios y sobrios, que parecían dibujar la situación que se venía encima. La cita comenzó a las 19.00 horas, cuando el sol calentaba pero dejaba sitio a alguna sombra junto a los muros de la iglesia. Fernando aguardaba a su yerno junto al Cardenal Cisneros y los centenares de visitantes del pueblo.

Junto a su séquito el Hermoso se aproximaba al atrio de la iglesia con una escala cromática en rojo, amarillo y morado. Vivos colores que iban a juego con su soberbia: su suegro iba a declarar la incapacidad de su hija Juana, y eso le daría el trono de Castilla.

Los actores encargados de la representación pertenecen al Grupo Municipal de Teatro ‘Escenas’. Junto a ellos, más de un centenar de figurantes voluntarios del pueblo se engalanaron de época renacentista y se unieron a los reyes en su camino por las calles del pueblo. «Hemos creado un taller de costura donde hemos creado los trajes y la decoración del pueblo», comentó la alcaldesa, Raquel González Caballero.

Esta es la quinta edición de la recreación histórica del ‘Encuentro Real’ enmarcada dentro de la XXXVI Semana Cultural de Renedo. Así, en sus calles también se encontraba un mercado renacentista ‘Real’, con productos típicos artesanales de la tierra.

Tras la ardua conversación familiar entre ambos reyes, la máquina volvió a encenderse para viajar al año 1509, cuando Juana I de Castilla caminaba con el cortejo fúnebre para su difunto marido. El XXIV Festival nacional de folklore, tuvo lugar a las 20.00 horas con los grupos Peña huertana ‘La Creta’ (Murcia) y el Grupo Municipal de Danzas ‘El Guindo’ de Renedo. Tras una pausa histórica de tres horas, tres años se sumaron en el tiempo. Eran las 23.00 horas, las luces de Renedo se apagaron y bajo la mirada de las antorchas y velas Juana I de Castilla desfilaba por las calles al ritmo de música y tambores con el Cortejo fúnebre de su marido.

Juana se dirigía hacia Tordesillas desde Burgos y, desolada junto a su difunto marido, hizo parada en el pueblo tras once días de camino antes de adecuarse en el palacio de Tordesillas, donde pasará el resto de sus días. El silencio en las calles guardaba el luto al que se reunió años atrás en el pueblo y consiguió el trono de Castilla, un reinado breve pero intenso a los ojos de Renedo, testigo del hecho histórico que marcó el futuro de Castilla.