Diario de Valladolid

El Chúndara inunda las calles de Peñafiel

El segundo día de fiestas atrae a miles de personas en busca de un remojón / El primer encierro, multitudinario en público y mozos, transcurre de forma limpia y sin incidentes

Miles de personas se empapan en la fiesta del Chúndara.-JOSÉ C. CASTILLO/ PHOTOGENIC

Miles de personas se empapan en la fiesta del Chúndara.-JOSÉ C. CASTILLO/ PHOTOGENIC

Publicado por
J. Ayuso Santamaría

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No hay ni una comarca, ni un rincón de Valladolid, que no tenga una localidad que esté celebrando sus fiestas patronales. El puente de la Asunción de la Virgen y San Roque inunda de festejos la provincia, con un denominador común: los toros. Vecinos, hijos del pueblo y veraneantes disfrutarán los próximos días de unos días intensos de juerga.

Uno de los epicentros de la fiesta, por atractivo para los turistas, magnitud y tradición, es Peñafiel. El Chúndara, la segunda mejor fiesta de España según una votación realizada por la web clubrural, concentra buena parte del deseo de los peñafelienses para que el año vuelva al 15 de agosto.

Desde primera hora de la mañana, la multitud se agolpaba en el recorrido del encierro para ver el primero de los cincos desencajonamientos que tienen lugar en estos días en la localidad. La carrera fue limpia, aunque había una gran multitud de mozos dispuestos a realizar una buena carrera, y no hubo que reseñar ningún percance, aunque la manada en algún momento se viese partida por la mitad.

Aunque Peñafiel lleva de fiesta desde el miércoles, fue ayer cuando tuvo lugar el tan ansiado Chúndara, una tradición que data de los años 50, cuando los vecinos tiraban agua a las autoridades para ralentizarles el paso cuando escoltaban a los toreros. Miles de personas se prensaron en las calles de Peñafiel para seguir a la Banda Municipal hasta la Plaza del Coso.

Los cientos de metros que separan el inicio del final del recorrido se realizaron en casi dos horas. Con paso firme la banda y la comitiva de autoridades se iban abriendo camino hacia su destino.

El motivo de que este paseo se dilatase tanto no es otro que la cantidad de gente que se agolpaba en las empedradas calles, además de los cientos de cubazos de aguas que caen desde los balcones. Toda una aventura en forma de pista de obstáculos para dar comienzo, un año más, a una de las tradiciones más queridas y veneradas en toda la provincia de Valladolid y cada vez más de fuera de ella. Fruto de ello es que años tras años sigue aumentando la afluencia de gente, muchos de ellos se desplazan hasta el municipio en autobuses organizados, que como mencionó Elías Arranz, alcalde del municipio, «vienen al Chúndara, se cambian y se vuelven a ir».

La escolta a los músicos y a las autoridades es de ida y vuelta. Una vez acabados los festejos taurinos, en los que el diestro Cristian Escriba lidió dos astados y tras acabar hubo una suelta de novillos, el recorrido se realiza a la inversa, doble diversión y remojón; sin duda el agua es uno de los aspectos que menos pegas puede generar, dado las temperaturas de ayer y el propio calor de la multitud.

La noche se iba echando con los últimos compases de la banda para dar lugar al espectáculo del Toro de Fuego y para comenzar la larga madrugada la actuación de Antonio Pahino y la Macrodisco Shambala.

Para la jornada de hoy, Peñafiel prepara el día de San Roque con procesión para honrarle y con uno de los festejos taurinos preferidos: el concurso de cortes.

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