Diario de Valladolid

La carretera entre Santervás y Vega abre con 9 meses de retraso

Las obras terminarán a finales de julio pese a que estaban previstas para el 2 de noviembre del año pasado / La Junta justifica la demora en las lluvias invernales

Estado actual del firme de la VA-931 entre Vega de Ruiponce y Santervás.-D. V.

Estado actual del firme de la VA-931 entre Vega de Ruiponce y Santervás.-D. V.

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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Los vecinos de Vega de Ruiponce y de Santervás de Campos, así como de otros municipios del entorno de esta zona terracampina, pondrán fin a los problemas sufridos en los últimos nueve meses a causa del corte intermitente de los cuatro kilómetros de carretera que transcurren entre las dos localidades, porque a finales de julio culminarán los trabajos de asfaltado.

Esta semana las máquinas han retomado las labores de renovación del firme y, según confirmó la delegación territorial en Valladolid de la Junta Castilla y León –titular de la vía y encargada de la contratación de los arreglos– «este mes está prevista la terminación de las obras», a pesar de que la ejecución se anunció que se llevaría a cabo entre el 15 de octubre y el 2 de noviembre del año pasado.

Aunque poco después se prorrogó la apertura de la vía, las previsiones se alargaron sólo una semana más, hasta el 9 de noviembre, debido a «las condiciones meteorológicas», según justificó entonces el Gobierno regional.

Y en la climatología continúa excusando el retraso el Servicio Territorial de Fomento para justificar por qué los vehículos siguen sin poder circular con normalidad en este tramo de la VA-931, nueve meses después de lo estimado.

«Una vez iniciados los trabajos, y estando en fase de excavación del firme existente, se produjo un cambio meteorológico que ha condicionado de forma determinante la ejecución de la obra. El largo periodo de fuertes precipitaciones sufridas en la zona norte de Valladolid ocasionó la paralización de las obras durante varios meses», explicaron a petición de este periódico.

Las precipitaciones, unidas a la comprobación de que «el tramo afectado se asienta en una zona donde la composición del suelo es de materia arcillosa con mucha plasticidad» y a que se trata de un «terreno plano sin capacidad de desagüe», impidió que se pudiera «eliminar la humedad de las capas inferiores del firme hasta bien entrada la primavera».

Sin embargo, los argumentos para explicar el retraso no llegaron a los ayuntamientos afectados ni, por ende, a los vecinos de la zona, según reconoció el alcalde de Santervás de Campos, Santiago Baeza.

«No sabemos qué ha pasado pero no es normal; he llamado varias veces para preguntar y lo único que me decían era que de un momento a otro se solucionaría y que en breve estaría arreglada», destacó el regidor, preocupado, sobre todo, por la repercusión en la prestación de los servicios. «El médico que atiende a Vega y a Santervás ha tenido que dar una vuelta de casi treinta kilómetros durante el tiempo que han estado cortados los cuatro kilómetros de carretera», subrayó el regidor.

Además de a los facultativos y a los vecinos, las restricciones han obligado a tomar rutas alternativas a los vendedores ambulantes –cuando el tráfico estaba prohibido en los dos sentidos por ocupación de la maquinaria– o a circular a un máximo de 40 kilómetros por hora desde que se abriera la vía al tráfico en el mes de abril porque el mal estado de un firme pendiente de arreglar imposibilitaba la circulación a mayor velocidad.

Con la reanudación de los trabajos el pasado lunes finalizará la extensión «de una nueva capa de aglomerado que aporte una regularidad superficial adecuada a la calzada y permita el paso del tráfico sin ninguna restricción», después de haber llevado ya a cabo «las labores básicas de saneamiento del firme» y de haber «mejorado el drenaje de la carretera», explicó el Servicio Territorial de Fomento tras recordar que para la realización de los trabajos «se utilizó un procedimiento constructivo diferente al habitual».

Para el «saneo generalizado de blandones –baches–» entre los puntos kilométricos 14 y 17 de la carretera se hizo un «fresado profundo del pavimento hasta encontrar suelo adecuado», sobre el que «incorporar las capas granulares necesarias para dar consistencia y capacidad portante al firme de la carretera», añadieron.

La inversión de la obra está cifrada en 240.000 euros y la encargada de ejecutarla es la empresa de conservación Peninsular de Contratas SA, adjudicataria no sólo de esta actuación en concreto, sino de toda la conservación de las carreteras de la red regional en Valladolid.

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