El alcalde condena los hechos y descarta que se hayan producido más encuentros

El alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira, condenó ayer «enérgicamente» este tipo de actividades y descartó que se hayan producido otros eventos similares en la localidad desde que se prohibieran las peleas de gallos hace 22 años. «Cuando la Guardia Civil me informó de lo sucedido mi primera preocupación fue si había tordesillanos implicados, y me respondieron que no», explicó ayer el regidor en respuesta a este periódico.«También me solicitaron información sobre este tipo de hechos en la localidad, a lo que la Policía Municipal me respondió que no tienen constancia de ninguna pelea de gallos desde que fueron prohibidas», añadió.

Oliveira apuntó que los implicados habían llegado «de otros sitios donde venían organizando peleas furtivas».Es decir, el ‘calendario’ de la banda se llevaba a cabo en diversos escenarios, siempre en lugares diferentes, siempre en itinerancia, precisamente para no ser sorprendidos.

Los agentes le aclararon por otra parte, que «era la primera vez que se organizaba en esa nave» un encuentro de esas características. El regidor supuso que ni siquiera el dueño de la edificación –que no se encontraba ni en el lugar, ni siquiera en Tordesillas–, sabría lo que allí sucedía.

«Ha sido un encuentro esporádico», subrayó el primer edil. «Les tenían controlados porque hacían peleas cada dos o tres días, y les venían siguiendo desde otros lugares». Oliveira y su equipo se han puesto «a disposición de la Guardia Civil para colaborar en lo que haga falta», remarcó. «No han encontrado ningún indicio más. Se trata de un hecho aislado que nos ha causado una gran sorpresa».

La competencia sobre los cuidados de los animales está transferida a las Comunidades Autónomas. En Castilla y León, la Ley 5/1997, de 24 de abril, de Protección de los animales de compañía, prohibió expresamente las peleas de gallos en su artículo 6. Continuaron siendo legales en Andalucía y Canarias.