Villalón rinde homenaje a su historia
El tradicional Mercado y la Feria Agroalimentaria, ejes de una jornada que atrajo a más de 3.000 personas
Los sonidos de instrumentos tradicionales tomaron las calles de Villalón de Campos.-J.M. LOSTAU
Establecimientos hoteleros con el cártel de completo y calle repletas de «gente contenta», más de 3.000 personas, reconoce José Ángel Alonso, alcalde en funciones de Villalón de Campos. La villa está alegre de poder celebrar la memoria de uno de los grandes legados de su historia: su tradicional mercado.
Nada más ni nada menos que 725 años han pasado desde que en 1294 se otorgase a Villalón de Campos el Privilegio Real de poder celebrar un Mercado todos los sábados. Este hecho es uno de los ejes vertebrales de la actividad cultural, tradicional y lúdica de la población, puesto que son varias las citas que se celebran para fomentar los productos locales y de la comarca. Esta cita en concreto, rememora el hito histórico en el que el Conde-Duque de Benavente proporcionó a la villa las Ordenanzas del Mercado, beneficio otorgado por Fernando III el Santo, que permite que a día de hoy se pueda recuperar ese pedacito de historia mediante la recreación de estas tradiciones centenarias.
El buen tiempo durante la jornada del sábado hizo de aliciente para que la XVII Feria Agroalimentaria y el XX Mercado Comarcal superase la cifra de 5.000 asistentes del año pasado, edición que como recuerda, el alcalde en funciones fue deslucida por la lluvia y el mal tiempo. Precisamente «la alegría y vitalidad» que transmite el buen tiempo han hecho que las calles del municipio «estén llenas».
Entre las 11 y las 12 el Mercado comenzó con la apertura de la Feria y dieron comienzo las actividades destinadas para todos los públicos. Las aves rapaces tomaron el cielo de Villalón ante la mirada de propios y extraños. La interactividad es uno de los puntos fuertes del fin de semana, muchos villalonenses se ataviaron con ropajes de inspiración medieval, como harían sus antepasados, para recrear el ambiente de cualquier día de mercado durante la Edad Media.
De la misma forma que hace cientos de años, los cerca de 80 puestos de artesanía se dispusieron por los espacios públicos, ocupando los lugares de los profesionales de antaño. La ambientación y el color fue desplegada por los músicos y las representaciones teatrales. La subasta del pescado imbuyó a la plaza del Rollo en un día de mercado de hace siglos representando la forma en la que se otorgaban los puestos que quedaban vacíos.
La Feria Agroalimentaria, otro de los eventos protagonistas, juntó a artesanos de toda España para vender sus manufacturas y, por su puesto, sirvió de escaparate para los productos de Tierra de Campos: el queso de Villlalón, uno de los productos más demandados y eje conductor de los 725 años de Mercado, la morcilla de Villada o la lenteja de Mayorga, entre otros.