Urueña tendrá nuevo espacio para los 30.000 archivos de Joaquín Díaz
Diputación compra la vivienda colindante al Centro Etnográfico para construir una biblioteca / El etnógrafo prevé seguir ampliando los fondos documentales
Entrada al Centro Etnográfico Joaquín Díaz de Urueña.-M.ÁNGEL SANTOS
El Centro Etnográfico Joaquín Díaz de Urueña contará con un nuevo espacio para albergar las 30.000 referencias documentales que conforman el archivo de la Fundación que lleva el nombre del antropólogo, gracias al acondicionamiento de una vivienda adyacente al edificio, que la Diputación de Valladolid acaba de adquirir como primer paso para convertirlo en biblioteca.
La operación patrimonial, recién tramitada por valor de 40.000 euros, se basa en la compra de un inmueble de 358 metros cuadrados de superficie (281 construidos) situado justo al lado de la actual sede de la institución, que se demolerá a fin de disponer de un solar libre donde edificar un nuevo centro, que se diseñará en función de las necesidades que trasladen los miembros del patronato.
El objetivo de la Diputación es incluir en los presupuestos provinciales del próximo año otra partida económica destinada a la ejecución de las obras y, hasta entonces, avanzar en el proyecto, si bien aún están trabajando en su desarrollo y no cuentan con una estimación de la inversión global para impulsar la biblioteca, según explicó la diputada del área de Cultura, Educación y Publicaciones, Inmaculada Toledano.
A falta, por tanto, de un estudio definitivo sobre las nuevas dependencias, que se convertirán en otro de los reclamos de la conocida como Villa del Libro, Toledano sí avanzó que la adquisición de la vivienda es el primer paso de un proyecto que pretende dar respuesta a la necesidad de espacio para albergar el importante archivo documental de la fundación porque el actual recinto se ha «quedado pequeño».
De hecho, «tan limitado es el espacio en este momento» que el etnógrafo Joaquín Díaz aclaró que en la actualidad los archivos están repartidos en cuatro zonas diferentes ante la imposibilidad de que, dentro de la casona donde se ubica el Centro, estén agrupados. «Viene bastante gente a consultar los archivos, por ejemplo para la realización de tesis, y resulta incómodo», sostuvo Díaz para justificar la necesidad de un nuevo emplazamiento.
Esta situación llevó al patronato de la fundación a proponer a la Diputación de Valladolid la compra de la vivienda adyacente, «deshabitada y en mal estado de conservación» puesto que los herederos no le estaban dando uso tras fallecer los anteriores propietarios, y ahora se ha materializado la operación gracias a una partida habilitada con una parte de los fondos ‘extra’ conseguidos en la venta de una parcela de Villa del Prado, aclaró el diputado de Hacienda, Agapito Hernández.
Así, el objetivo es dotar al Centro Etnográfico, y a Urueña, de un nuevo espacio destinado a albergar los 30.000 volúmenes relacionados con expresiones orales basadas en la mentalidad popular (cancioneros, romanceros, cuentos, leyendas, refranes, dichos, adivinanzas, trabalenguas o literatura popular); así como con libros sobre patrimonio material, relativos a artesanía, oficios, calcografía, indumentaria, teatro popular, instrumentos, bailes, juegos, agricultura, etnografía, arquitectura o historias locales, destaca el Centro en la página web.
Además de la importante cifra que ya existe ahora, Díaz avanza que el objetivo es «seguir creciendo», por lo que la biblioteca que se proyecte no sólo tendrá que tener capacidad para las colecciones actuales, sino además prever espacio para sucesivas ampliaciones documentales.
ZONAS LIBERADAS PARA EXPONER MÁS COLECCIONES
La falta de espacio en la actual sede del Centro Etnográfico Joaquín Díaz situado en la localidad de Urueña no sólo dificulta la consulta de los archivos documentales, sino que también impide la exposición de colecciones de valor, custodiadas en un depósito a la espera de poder ser mostradas al público.
Entre ellas, numerosos trajes o una colección de 700 campanillas donada recientemente, explicó Joaquín Díaz, sin olvidar que los 11.000 pliegos y aleluyas están «constreñidos» debido a las limitaciones espaciales.
El objetivo con la construcción de la nueva biblioteca –en el solar que quede libre cuando de derribe la vivienda recién adquirida por la Diputación de Valladolid– es, por tanto, liberar áreas de la actual sede para facilitar la exposición de recopilaciones que ahora no pueden exhibirse porque no hay sitio suficiente.
Entre las curiosidades que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida y que todavía no han salido a la luz, Joaquín Díaz destacó unos 20.000 archivos fotográficos, «en placas de cristal y negativos», pertenecientes, por ejemplo, a retratos de los miembros de la corte de Isabel II o a los grupos de coros y danzas de la Sección Femenina. «Son fotografías que compré a la viuda del fotógrafo oficial y que ni siquiera están en el Archivo de Alcalá», subrayó el etnógrafo en referencia al segundo ejemplo.
Mientras se materializa la ejecución de un espacio físico para dar cobijo al importante patrimonio que custodia la fundación, trabajan en la digitalización de archivos para facilitar que quienes no puedan desplazarse hasta Urueña tengan la posibilidad de realizar las consultas por vía telemática. En total, calculan que ya están colgadas en la web alrededor de 5.000 referencias.