Aprobada la modernización de riegos en Valoria la Buena

Arranca la última fase de modernización de regadíos en Valoria la Buena, después de una década de actuaciones relativas a la concentración parcelaria. El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León autorizó anteayer la formalización del convenio entre la Consejería de Agricultura y Ganadería y la Comunidad de Regantes de Valoria La Buena, para convertir en regadío 332 hectáreas (de una concesión de aprovechamiento de aguas que se extiende a 347), en la margen izquierda del río Pisuerga.

El proyecto, con una inversión prevista de 4,3 millones de euros, se ejecutará en dos fases. En la primera de ellas se construirá el azud y la toma de agua en el río; la estación de bombeo, y la instalación del suministro eléctrico mediante un sistema solar fotovoltaico; la tubería de impulsión; una balsa de regulación de 142.000 metros cúbicos; la caseta de válvulas y las medidas correctoras y protectoras de restauración del medio natural, cuya licitación se prevé a lo largo de este verano.

En la segunda y última fase se pondrán en marcha las obras complementarias, que consistirán en la instalación de la red de tuberías e hidrantes en parcelas.

La actuación se realiza sobre la zona regable de Valoria la Buena, en la que existe una concesión de un aprovechamiento de aguas de 208 litros por segundo para el riego de 347 hectáreas y un volumen máximo anual de 6.000 metros cúbicos, desde el río Pisuerga, dado por la Confederación Hidrográfica del Duero y con título de derecho de fecha 15 de enero de 1972.

El río Pisuerga, que atraviesa la zona regable de norte a sur y por el extremo oeste del perímetro a modernizar, según detalla el informe técnico ambiental elaborado por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), es el que abastece de agua la Vega de Valoria la Buena. En la actualidad el sistema de riego consiste en un bombeo directo a red, que por la baja eficiencia de los motores, las continuas averías y el bombeo en horas punta, hacen que el regadío alcance unos costes energéticos elevados.

Debido al deficiente estado en que se encuentra la red de distribución actual, se considera «imprescindible», en los informes, la consolidación y mejora de este regadío. El objetivo perseguido es la mejora de la eficiencia y productividad de las explotaciones mediante la modernización del actual sistema de riego, consiguiéndose un incremento considerable en la eficiencia del uso del agua y una eficacia en la utilización de la mano de obra.

La Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta, a través de la Dirección General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias, promueve ahora el proyecto para la modernización de la Comunidad de Regantes. Las obras redundarán en el mantenimiento y consolidación de la producción de los cultivos de regadío que se produce en la zona: remolacha, maíz, alfalfa, y cereales reduciendo al mínimo el consumo energético de regadío actual.

Entre los principales beneficios que conllevan la modernización del regadío de una zona está la optimización del uso del agua, permitiendo hacer frente con mayores garantías a las circunstancias de escasez de recursos disponibles. La Consejería de Agricultura y Ganadería estima ahorros medios en el uso de recursos de entre un 20 y un 25%.

Para mejorar la competitividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias, los costes para el riego con presión se reducen en las zonas modernizadas un 35% respecto a las zonas sin modernizar. La modernización contribuye activamente a la regeneración en el campo, ya que las incorporaciones de jóvenes en estas zonas son un 80% superiores que las que se producen en las áreas con infraestructuras antiguas.

En Castilla y León hay más de 500.000 hectáreas de regadío en tierras de cultivo frente a los tres millones de hectáreas de secano.