Diario de Valladolid

Detenidos 3 búlgaros por trata de 13 personas, 4 de ellas menores

Facilitaban el viaje a sus compatriotas y una vez en España les explotaban como temporeros / Una reyerta familiar en Tordesillas aceleró las pesquisas

Grupo de temporeros víctimas de trata en el momento en que la Guardia Civil desarticuló la banda.-GUARDIA CIVIL

Grupo de temporeros víctimas de trata en el momento en que la Guardia Civil desarticuló la banda.-GUARDIA CIVIL

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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La Guardia Civil ha desarticulado a un grupo criminal dedicado a la trata de seres humanos que operaba en la comarca de Tordesillas. Tres personas, del mismo clan familiar y nacionalidad búlgara, fueron detenidas y puestas a disposición judicial el pasado jueves, en el marco de la operación ‘Yagoda’. Captaban a compatriotas a los que facilitaban el viaje desde Bulgaria, y una vez aquí les explotaban como temporeros en labores agrícolas.

Efectivos de la Benemérita ya estaban sobre la pista de las actividades ilícitas de la banda, pero una ruidosa reyerta familiar en pleno casco urbano de Tordesillas, precisamente en las inmediaciones del cuartel, aceleró las pesquisas que han conducido a la desarticulación de la banda.

El suceso tuvo lugar el pasado 5 de mayo, domingo, cuando una veintena de individuos de nacionalidad búlgara, hombres, mujeres y niños, se enfrentaron violentamente en plena calle y tuvieron que ser disueltos por agentes del Instituto armado. Ya ese día la Benemérita identificó y detuvo a nueve personas. Doce de los contendientes retornaron esa misma tarde a su país de origen, en lo que en un principio se tomó como un ‘destierro’, sanción que aún permanece vigente en la consuetudinaria Ley Gitana.

Los que quedaron en la localidad son los involucrados en la operación ‘Yagoda’: tres acusados de trata de seres humanos con fines de explotación laboral y contra los derechos de los trabajadores, y trece víctimas, nueve de ellas adultos y cuatro menores de edad. Todas ellas se encuentran bajo la tutela de los Servicios Sociales de la Junta de Castilla yLeón por su situación de desamparo.

Los tres detenidos pertenecen a la misma familia y tienen edades comprendidas entre los 32 y los 64 años. Ejercían tal control sobre sus víctimas que incluso las acompañaban a entidades bancarias para abrir cuentas corrientes que luego controlaban.

Según informó ayer la Guardia Civil, los perjudicados fueron reclutados en su país de origen, Bulgaria, en entornos sociales extremadamente vulnerables. Se aprovechaban del deseo y esperanza de tener una vida con más oportunidades para mejorar. Les ofrecían unas condiciones de trabajo atractivas en España, a través de un contrato de trabajo fijo. El grupo criminal ofertaba puestos de trabajo en campañas agrícolas, con una supuesta remuneración que sería acorde a su trabajo, y una alimentación y estancia dignas. Posteriormente eran trasladados vía carretera desde Bulgaria hasta Tordesillas.

Sin contrato

Una vez en la comarca, se dedicaban a labores agrícolas, bien por la realización de un trabajo diario, o a través de empresas de servicios, tras la finalización del trabajo. Cuando eran reclutados diariamente, carecían de contrato y desconocían la jornada que iban a realizar. Posteriormente no se les abonaba a los trabajadores el total de la remuneración prometida.

No era mejor si les contrataban a través de una empresa de servicios, pues los ahora detenidos acompañaban personalmente a cada una de las víctimas a entidades bancarias, para abrir una cuenta corriente. Solicitaban tarjetas y claves de internet de las que se apoderaban los tres acusados. Cuando percibían la remuneración a través de la empresa de servicios, ellos transferían lo cobrado a cuentas personales, o bien sacaban el dinero de las cuentas a través de los cajeros automáticos.

También les cobraban conceptos por el traslado desde su lugar de residencia hasta la explotación agrícola, por el alojamiento y la manutención, o por distintas gestiones administrativas.

Las condiciones de trabajo incluían jornadas de hasta 13 y 14 horas. Los trabajadores percibían una mínima cuantía, y se alojaban en una vivienda de alquiler de uno de los detenidos. El alojamiento se ubicaba en Tordesillas, en condiciones totalmente insalubres y antihigiénicas. Una vez que las víctimas finalizaban su jornada laboral, los captadores ahora detenidos, realizaban labores de control en los lugares donde pernoctaban.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid puso a los tres detenidos en libertad con cargos.

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