Argüello llama al «desafío» de la fe en su pregón de la Pasión en Medina

«Muchos europeos contemporáneos creen saber qué es el Cristianismo, pero realmente no lo conocen. Muchos bautizados viven como si Cristo no existiera». Con estas palabras de Juan Pablo II, el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, hizo ayer una llamada a la fe, durante la lectura de su pregón de la Semana Santa medinense en la iglesia de Santiago el Real.

El prelado puso de manifiesto la antigüedad de las procesiones de Medina delCampo, que se iniciaron de la mano de San Vicente Ferrer, de cuya muerte, señaló, se cumplieron 600 años el pasado día 5. Explicó también el carácter de los desfiles procesionales, que sirven para «dejar que se haga presente un acontecimiento que supera la historia, de la misma manera que la sostiene». Un acontecimiento que es la Pasión de Cristo, «un hecho ocurrido en el tiempo, pero que lo atraviesa y desborda».

Ante la conmemoración de ese hecho, que supone «aceptar que Jesús, el Cristo, es hijo de Dios y ha resucitado», Argüello cuestionó si un hombre culto, «un europeo, un medinense de nuestros días», puede «realmente creer, en la divinidad del Hijo de Dios, Jesucristo, y que vive para siempre».

El obispo volvió a las palabras de Juan Pablo II: «En muchos, un sentimiento religioso vago y poco comprometido ha suplantado a las grandes certezas de la fe». En muchos casos, observó Argüello, «no se puede hablar de una falta de fe o de un rechazo explícito, sino de una fe que se vive más como costumbre o devoción, de una fe que se da por supuesta».

El mitrado recorrió en su alocución cada una de las jornadas de la Semana Santa, con un recuerdo a las procesiones y otros actos religiosos que tienen lugar en Medina del Campo, explicando cada uno de los pormenores de la Pasión de Cristo. Para terminar, exhortó a los presentes con las palabras de Jesús a los apóstoles en el Huerto de los Olivos: «¡Levantaos, vamos!», para que en la Semana Santa 2019 «ensanche en Medina la fraternidad».

Numerosas autoridades de la vida política y social de la provincia acudieron a la iglesia de Santiago el Real. Entre ellos la alcaldesa, el presidente de la Diputación, el delegado territorial de la Junta y representantes de todas las cofradías.