Detenido por extorsionar 2 años a un discapacitado de Ataquines

Terminaron dos años de martirio para un discapacitado intelectual de Ataquines al que un joven de origen rumano, residente en Medina del Campo, había extorsionado de forma constante durante todo ese tiempo. La Guardia Civil consiguió identificarlo y detenerlo esta semana.Se trata de N. S. M., de 21 años, acusado de un supuesto delito de extorsión.

Las amenazas con fines de lucro comenzaron cuando la víctima trabajaba en la cercana localidad de Olmedo. Se fueron haciendo cada vez más frecuentes. Incluso cuando la víctima, desanimada por las presiones, abandonó su empleo, el chantajista consiguió encontrarlo en su localidad de origen. No fue hasta que acabó con todos sus ahorros, y comenzó a ‘tirar’ de los ahorros de la familia, cuando ésta se percató de que algo pasaba. En total, el delincuente consiguió apropiarse de más de 6.000 euros.

En un primer momento, el detenido se acercó a la víctima y le manifestó ser una persona que vivía en un entorno social extremadamente vulnerable, de desarraigo, y que tenía problemas para encontrar trabajo por su condición de extranjero, y sus dificultades para entender y hablar el castellano. Así entabló, mediante engaños, un clima de confianza con la víctima, según explicaron ayer fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid.

Con su relato sobre su poca fortuna en la vida, el ahora investigado propició que por dos ocasiones su víctima le entregase voluntariamente dinero, por un importe de 30 y 40 euros respectivamente.

Pero, como suele suceder en estos casos, el extorsionador quería más, y repitió las peticiones. Esa insistencia provocó que el vecino de Ataquines le manifestara que no podía ayudarle más. Fue en ese momento cuando comenzó la extorsión, llena de amenazas.

Los hechos, señaló la Benemérita, «se han producido durante dos años, en los que el ahora detenido, aprovechando la indefensión que presenta la víctima debido a su incapacidad, ha estado amenazando con agredirle a él y a su familia si no le hacía entrega de dinero cada vez que se lo pidiera. A lo cual accedía por miedo a estas amenazas».

ABANDONO

Debido a la presión que sufría la víctima por estos hechos, y a causa de las pérdidas económicas acarreadas por la constante entrega del dinero –en cantidades que podían ascender a 200 euros cada vez que era extorsionado–, la víctima durante un tiempo abandonó su actividad profesional y por lo tanto dejó de trasladarse a Olmedo.

Ese cambio fue un paréntesis de tranquilidad para el vecino de Ataquines, pero la situación no duró mucho. Transcurrido un tiempo, el presunto chantajista localizó a la víctima en su localidad de residencia, municipio al que se desplazó para encontrarlo, y continuar así nuevamente las amenazas y extorsiones.

En esa segunda ocasión, el joven extranjero se envalentonó y le pidió el número de teléfono para poder localizarlo, «para así, cada vez que lo llamara, consiguiera el dinero para entregárselo», explicaron las mismas fuentes. Se sentía tan impune que no pensó en que las llamadas dejarían rastro en el móvil de la víctima.

A partir de ese momento, el vecino de Ataquines comenzó a recibir llamadas en su móvil cada dos o tres días, y el metálico de las entregas fue subiendo. Tanta era la avaricia del delincuente, que terminó apoderándose de cantidades de entre 500 y 700 euros semanales.

A ese ritmo, todos los ingresos y los ahorros de la víctima llegaron a agotarse.Comenzó a recurrir a los ahorros de la familia para hacer frente a las extorsiones. Al detectar los familiares que les faltaba dinero, sospecharon que algo raro sucedía, y dieron con lo que estaba ocurriendo. En cuanto lo supieron, presentaron denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Olmedo.

La víctima desconocía la identidad de la persona que le extorsionaba, pero explicó a los agentes detalles sobre sus características físicas y también detalles sobre su acento extranjero. Por otra parte, el extorsionado manifestó que posiblemente el delincuente no fuese de la localidad de Olmedo.

Con los datos aportados por el vecino de Ataquines, los agentes del Instituto armado comenzaron distintas investigaciones para identificar y localizar al autor. «Se realizaron numerosos dispositivos en la localidad, así como gestiones con el móvil y redes sociales», explicó la Comandancia.

El resultado de las pesquisas dio como resultado la identificación del detenido, que se desplazaba diariamente desde su localidad de residencia, Medina del Campo, hasta Olmedo.

La Guardia Civil instruyó las correspondientes diligencias, que fueron remitidas al Juzgado de Instrucción de Medina del Campo. Una vez puesto a disposición judicial, el detenido fue puesto en libertad con cargos.