Descubierta la entrada a la bodega donde arrojaron a los represaliados

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (Armh) comenzó ayer la excavación de la bodega de la ‘Casa de los Alfredos’ donde podrían encontrarse los restos de hasta 42 represaliados de la Guerra Civil. Por ahora, sólo está documentada la presencia de 27. Fueron los desgraciados integrantes de una ‘saca’ realizada en la cárcel de Medina el 8 de diciembre de 1936.

Los primeros trabajos, acometidos con una retroexcavadora bajo la supervisión del arquitecto coordinador y presidente de la Armh, Julio del Olmo, un aparejador y varios miembros de la entidad, dieron resultados satisfactorios, ya que fue posible descubrir la antigua entrada de las bodegas. Se encontraba prácticamente enterrada. Sólo quedaba en el suelo un pequeño agujero como testigo, pero los técnicos no estaban seguros de que realmente se correspondiera con la entrada de la bodega.

«Hemos encontrado el pasillo de acceso. Está colmatado de tierra, pero lo importante era encontrarlo», explicó Del Olmo en respuesta a este periódico. «Ahora se está asegurando la zona, y previsiblemente, el trabajo que ahora iniciamos durará meses», añadió.

Y es que, aunque parezca que en próximas jornadas se podría avanzar tanto como en la de ayer, es fundamental el afianzamiento de la bodega, comprobar si las paredes y el techo se mantienen en su sitio y con la consistencia suficiente, para garantizar la seguridad de los operarios de la excavación.

El paraje, conocido como «Finca de los Alfredos» o «Casa de los Alfredos», se sitúa en la zona de la Revuelta de Rueda, a 900 metros del área logística de Gadis, junto a la A-6. Es importante conocer la estabilidad de la estructura porque, según los documentos, la ‘Casa de los Alfredos’ y sus bodegas ya se encontraban en estado de abandono y ruina en aquel lejano diciembre de 1936.

La excavación iniciada ayer es la culminación de una vieja aspiración de los familiares de las víctimas. Hubo varios intentos de llevarla a cabo desde 1978. Los represaliados que se encuentran allí, tanto hombres como mujeres, tenían entre 27 y 49 años de edad. La gran mayoría eran naturales de Medina del Campo, pero también los había de otras localidades de la comarca y de otras provincias.