Diario de Valladolid

Bandada de ‘Pajarillos’ sobre Benafarces

Alumnos de los centros educativos del barrio vallisoletano inician la recuperación de una antigua laguna para facilitar el descanso a aves migratorias / Delibes de Castro y Araújo apadrinan el proyecto

Imagen antigua de la localidad de Benafarces antes de que se desecase la laguna hace medio siglo.-A.B.

Imagen antigua de la localidad de Benafarces antes de que se desecase la laguna hace medio siglo.-A.B.

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Hace años que las aves migratorias no sobrevuelan Benafarces porque, desde que se desecara la laguna hace medio siglo, un velo empedrado cubre la superficie del antiguo humedal y no encuentran cobijo que les permita hacer parada en sus viajes. La posibilidad de que regresaran parecía haberse evaporado, como el agua que un día tuvo a orillas del núcleo, hasta que la llegada de una bandada de ayuda ha devuelto la ilusión a la localidad.

Serán los alumnos de los once centros escolares ubicados en el barrio vallisoletano de Pajarillos los encargados de recuperar el paraje bajo la bandera de la sensibilización medioambiental, gracias a un proyecto de colaboración en el que están implicadas las comunidades docentes, las administraciones públicas y entidades privadas, avalados por dos padrinos de excepción: el biólogo Miguel Delibes de Castro –hijo del novelista vallisoletano– y el naturalista Joaquín Araújo –colaborador de Félix Rodríguez de la Fuente–.

«Como ecologista activo, volcado desde hace cincuenta años en planes destinados a favorecer el conocimiento del medio ambiente, ésta es una de las iniciativas más estimulantes que he tenido entre manos», ensalzó Araújo sobre el trabajo en la laguna de Benafarces, considerado como ejemplo de «divulgación de la naturaleza» desde una base social que devuelve «la dignidad a un barrio».

Porque el objetivo, más allá de resucitar esta masa de «aguas acostadas», como las define el también periodista y escritor, es sembrar la semilla de la curiosidad en los jóvenes y, desde el punto de vista académico, que se interesen por las características de las aves que dan nombre a las calles donde residen o donde estudian.

De hecho, hace seis meses pusieron en marcha la muestra ‘ExpoAves’, con cartelería de alguna de las especies, y trabajan ya en su ampliación para inaugurarla el próximo mayo, con el propósito de que viaje por los centros educativos del barrio y también, como ya ha solicitado el Ayuntamiento de Benafarces, por los municipios interesados.

«Pajarillos ha sumado fuerzas y trabaja con posibilidades activas que rompen con el lamento castellano a través de mensajes positivos; es un barrio que bulle para poner en valor los recursos de nuestro territorio», enfatizó el Coordinador de Convivencia del instituto Galileo y portavoz de la plataforma Pajarillos Educa, Javier Alonso, para justificar la importancia de los proyectos en los que se han embarcado y, sobre todo, al que está a punto de zarpar.

Este mismo lunes, una representación de cincuenta estudiantes de 5º y 6º de Educación Primaria y de 1º y 2º de Secundaria –es decir, de entre 11 y 14 años– procedentes de los centros educativos de Pajarillos, llegarán a Benafarces para impregnarse del pasado, el presente y el futuro de la laguna y, el jueves, se desplazarán a Tiedra para conocer la ruta de las fuentes a la que está unida.

En esta primera toma de contacto se marcará una pequeña zona de actuación en el acuífero y, además, los estudiantes tendrán la oportunidad de conversar con los habitantes de la localidad, en una jornada convertida en encuentro intergeneracional que les permita, de alguna manera, echar raíces.

«Se trata de reruralizar al alumnado, de volver a conectar a 4.000 chavales con el territorio, al contrario de lo que hacía el niño de El Camino, de Delibes, que se iba del pueblo para vivir en la ciudad», reflexionó Alonso, quien recordó que de las 73 especies de aves que dan nombre a las calles de Pajarillos, 14 están «en deterioro» y corren el riesgo de «llegar a la extinción».

La propuesta, concebida como un aprendizaje convertido en servicio para beneficio de la comunidad incluye, además de la recuperación de la masa de agua, la plantación de árboles, la construcción de casas-nido para las aves o la instalación de un mirador ornitológico, avanzó el alcalde de Benafarces, Luis Chico, quien calcula una inversión de 30.000 euros para ver completado el proyecto.

Por el momento, han podido comenzar gracias a una subvención de 3.000 euros concedida por Caja de Burgos y, una vez hayan visitado esta semana Benafarces, está prevista una reunión entre los representantes de los once centros educativos de Pajarillos, los dos padrinos del proyecto y representantes del Ayuntamiento, Diputación, Junta y Estado a fin de garantizar su continuidad en los próximos meses para, en el plazo máximo de un año, confían, la laguna sea de nuevo parada de descanso durante las migraciones.

«La importancia de esta recuperación es capital porque la amplísima Meseta Norte no tiene grandes masas de agua y estas pequeñas lagunas, que sirven como enlaces para llegar a las zonas húmedas de Europa, se han perdido, así que las aves se ven obligadas a desviarse o tienen que realizar etapas más largas», explicó Joaquín Araújo.

En menos de un mes, calcula el naturalista, estará en Valladolid para asesorar y supervisar los trabajos a pie de campo, confiado en que patos, garzas, gaviotas, gansos silvestres, grullas y, en total, «hasta un centenar de especies», vuelvan a surcar el cielo y a hacer parada en Montes Torozos.

Y no será necesario esperar mucho tiempo, porque las aves, explica Araújo, enseguida detectan la existencia de zonas de agua. «Es como plantar una semilla y a los diez días poder recoger la cosecha». En Benafarces, por tanto, el germen está a punto de brotar.

tracking