Diario de Valladolid

Fuensaldaña, Castrodeza y Renedo estrenan señales de aviso de ciclistas

Incluyen un mensaje luminoso que se activa cuando el sensor capta el paso de las bicicletas para que los conductores extremen la precaución / Se instalarán este mes en curvas y cambios de rasante

Las señales estarán situadas en el p.k. 15+300 de la VA-514, en el p.k. 4+500 de la VA-900 y en el p.k. 9+500 de la VA-140.-API Y ELABORACIÓN PROPIA

Las señales estarán situadas en el p.k. 15+300 de la VA-514, en el p.k. 4+500 de la VA-900 y en el p.k. 9+500 de la VA-140.-API Y ELABORACIÓN PROPIA

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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Los tramos donde se pierde el contacto visual por un cambio de rasante y las curvas con escasa visibilidad representan los mayores peligros para los ciclistas que transitan por las carretas de la provincia y, con el objetivo de minimizar el riesgo de sufrir un percance, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente va a instalar en tres puntos conflictivos de la red autonómica unos novedosos dispositivos de detección en tiempo real para avisar a los conductores de su presencia a fin de que extremen las precauciones.

A lo largo de este mes de noviembre se colocarán paneles de alerta en el kilómetro 9,5 de la VA-140, una vez pasada la localidad de Renedo de Esgueva en dirección a Castronuevo; en el 15,3 de la VA-514, en una curva pronunciada antes de llegar a Castrodeza desde Wamba; y en el punto kilométrico 4,5 de la VA-900, al pasar la urbanización Fuente Berrocal en dirección a Fuensaldaña.

Tres ubicaciones próximas a la capital vallisoletana que se han seleccionado a partir de los contactos mantenidos con colectivos ciclistas para determinar cuáles son los lugares más peligrosos de las rutas más habituales que frecuentan en la práctica del deporte sobre dos ruedas, aunque en dichos puntos no se hallan registrado accidentes graves ni existan datos de siniestralidad.

En total, la puesta en marcha de esta primera experiencia en la provincia para ahondar en la seguridad de los ciclistas, junto con la colocación de un ‘cruce inteligente’ en Íscar para alertar a los conductores de la carretera principal de la proximidad en la intersección de vehículos por una vía secundaria, suma una inversión de 48.265,69 euros (IVA incluido), según aclararon fuentes del servicio territorial de conservación y explotación de carreteras.

En el caso de las bicicletas, los dispositivos se basan en la instalación de una señal luminosa con un sensor en la que se activa un mensaje cuando el ciclista, o un grupo de ellos, pasa por delante, con el objetivo de que los vehículos que circulan a una determinada distancia, tengan en cuenta que por delante de ellos está transitando una o varias bicicletas y tengan más cuidado.

Gracias al emisor de ondas que lleva incorporado y a la tecnología radar, el aparato detecta la presencia de una bicicleta en la calzada –y también de un peatón– en función de su peso y de su tamaño, para que únicamente se active el mensaje luminoso cuando el haz de luz capte su presencia, pero es capaz de discriminar cualquier otro estímulo y no se ilumina ante el paso de otro vehículo con diferente masa.

El tiempo durante el que permanece activo el mensaje que anuncia la proximidad de un ciclista se configurará en función de las necesidades de cada uno de los tramos, teniendo en cuenta la longitud, es decir, los metros considerados como de difícil visibilidad, y las características de la orografía, pues un ciclista no tarda lo mismo en recorrer una subida que una bajada. En todo caso, rondará, aproximadamente, los 45 segundos.

Después, el mensaje desaparecerá de la pantalla, la iluminación se apagará y en la señal únicamente se apreciará el símbolo ‘tradicional’ de advertencia genérica de peligro con el dibujo de la bicicleta sobre una forma triangular.

A pesar de que la presencia de ciclistas no es habitual por las noches, los nuevos sistemas de seguridad que se van a instalar en tres carreteras vallisoletanas de la red autonómica están diseñados para funcionar con muy bajo consumo, lo que posibilita que pueda alimentarse con energía solar y, gracias a los acumuladores de energía, está operativo a lo largo de todo el día, independientemente de la hora o de las condiciones atmosféricas.

Los trabajos de instalación se llevarán a cabo a lo largo de este mes de noviembre y consistirán en el anclaje o cimentación de la señal al firme de la carretera para su posterior calibración.

Después, la Junta de Castilla y León dejará un margen de tiempo para evaluar el funcionamiento de la nueva herramienta antes de decidir si extiende este tipo de señales a otros puntos de la red de carreteras de titularidad autonómica. «Son dispositivos de seguridad vial muy interesantes, pero primero hay que comprobar la aceptación de los colectivos de ciclistas y de los vecinos que suelan transitar por la zona para valorar su expansión», explicaron fuentes del Servicio Territorial de Fomento de Valladolid.

robo de la señal ‘piloto’

De hecho, una de los principales preocupaciones, convertido en handicap a la hora de instalar más señales en tramos de escasa visibilidad, reside en el hecho de que el pasado mes de octubre robaron la primera de las señales que se había instalado a modo de experiencia piloto en la VA-514 –antes de llegar a la localidad de Wamba– a los pocos días de haberla colocado.

Por este motivo, y teniendo en cuenta que cada señal ronda los 5.000 euros de inversión, están barajando la inclusión de sistemas de seguridad que no encarezcan en exceso el producto, para evitar que se produzca un nuevo robo o destrocen el dispositivo. Mientras deciden si se instala o no, han optado por situarlas en entornos urbanos o periurbanos para tener mayor vigilancia.

Una vez arranque el proyecto, el gobierno autonómico confía en que el resto de administraciones públicas, es decir, la Diputación y el Estado, copien su modelo para que haya señalización inteligente en las carreteras de titularidad provincial y estatal.

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