Los regantes de Pollos piden a Seiasa e Itacyl rapidez en las obras del Canal

El presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Pollos, Rafael Santos, pidió ayer a las Administraciones públicas diligencia en la realización de las obras de modernización de la infraestructura agraria. Un convenio firmado entre la Sociedad Mercantil de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) y los regantes, permitirá acometer esa modernización, con una inversión de casi 12 millones de euros.

«Con esta firma hemos conseguido un eslabón más que nos faltaba para comenzar las obras», valoró Santos. «Hoy es una necesidad modernizar nuestros riegos, porque ya llevamos dos años de bajas producciones, años en los que mal regamos, recogemos medias cosechas, y todavía nos quedan otros dos más hasta que se ejecuten las obras», lamentó. «Y con los márgenes que tenemos en el campo, sin agua lo estamos pasando mal».

Por eso deseó que empiecen «ya» las obras. «En 2017 nos cortaron el agua, el año pasado no ha llovido casi hasta mayo, y toda la gente sembró cereales, y sólo con cereales en el campo no se puede vivir», aseguró. «Ahora nos quedan, hasta que se acaben las obras, dos años muy difíciles. Igual sólo vamos a poder regar el 50% de nuestras explotaciones». Por eso pidió que «entre el Seiasa y el Itacyl» concluyan «pronto» las obras.

Por su parte la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, manifestó, tras la firma del convenio, que el proyecto beneficiará a una superficie de 1.272 hectáreas de los términos de Tordesillas y Pollos, y afectará a 195 agricultores. Este tipo de actuaciones son «un motor de desarrollo, un elemento esencial para combatir la despoblación, el principal problema que azota a nuestra Comunidad», afirmó.

FINANCIACIÓN

En el acto, presidido por Barcones, intervino también el presidente de Seiasa, Alejandro Alonso, quien explicó que en virtud del convenio firmado entre el Gobierno de España y la Junta, la Comunidad autónoma asume un 26% del presupuesto total de este tipo de actuaciones. El 74% restante lo adelanta Seiasa.

De esa cantidad global, lo que corresponde restituir a los regantes a la sociedad estatal, una tercera parte, lo hacen «también en condiciones favorables, puesto que hay un periodo de carencia de 25 años y se devuelve entre el año 26 y el 50 en anualidades lineales que no sufren ningún tipo de incremento por intereses o por apreciación del valor del dinero». Las dos terceras partes restantes del coste de la obra, corresponden, casi a partes iguales, a fondos europeos (Feader) y a las propias comunidades de regantes.

Barcones recordó que el Gobierno de España tiene actualmente encomendada a Seiasa la modernización de seis regadíos en Castilla y León con un presupuesto de 79 millones de euros. El 30 de octubre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de Seiasa; la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, a través del Itacyl, y las comunidades generales de regantes del Canal del Páramo (León) y Páramo Bajo de León y Zamora, suscribieron dos de estos seis convenios.

Quedan pendientes en Castilla y León las firmas de los convenios con los regantes del Canal de Castronuño, también en Valladolid; del Canal de Pisuerga, en Palencia, y del Canal de Zorita, en Salamanca.

Barcones manifestó que quería darle al acto «el relieve que se merece», porque cree que «ayudará a vencer algunas reticencias en determinadas comunidades de regantes en acometer este tipo de obras». A su juicio, la modernización de los regadíos es «imprescindible para garantizar la sostenibilidad de la agricultura como motor de desarrollo rural y también como elemento básico de nuestro sistema agroalimentario».

La delegada del Gobierno recordó también que España es el país de la Unión Europea con más superficie de regadío, casi 4 millones de hectáreas, lo que supone un 14% de la superficie agraria útil en la que se cultiva dos terceras partes de la producción final vegetal. Supone el 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. En Castilla y León hay más de 500.000 hectáreas de regadío en tierras de cultivo frente a los tres millones de hectáreas de secano.