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Un octogenario muere calcinado en su domicilio de Fresno el Viejo

Una estufa de leña originó las llamas y no pudo escapar por su movilidad reducida / ‘Campi’ era muy conocido por haber sido el enterrador del pueblo durante décadas

Un vecino de Fresno el Viejo mira el portal del octogenario fallecido, precintado por la Guardia Civil.-J.M. LOSTAU

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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‘Campi’, le apodaban sus vecinos en Fresno el Viejo. Era un personaje muy conocido en el pueblo, uno de esos vecinos peculiares que tanto abundan en el medio rural, donde los paisanos aún se conocen en persona y se preocupan los unos por los otros. Eso sí, pese al cariño de los conciudadanos y la familiaridad de su apelativo, no dejaban de tenerle el respeto propio de quien durante décadas ejerció como sepulturero de la localidad.

Fresno asistió ayer consternado al trágico final de Isidro Morales, ‘Campillero’, víctima de un incendio en su propio domicilio a los 83 años de edad. No pudo escapar de las llamas que se propagaron, según los primeros indicios, desde una estufa de leña. Los años le habían reducido la movilidad y no se desplazaba sin su silla de ruedas.

El azar quiso que su propio hijo, que ayer se incorporaba, en su primer día, a la plantilla del Ayuntamiento como operario del Plan de Empleo Rural (PER), tuviera que formar parte del primer equipo que fue a auxiliarle a la vivienda, con el depósito de agua que emplea el Consistorio para este tipo de emergencias. Ese primer retén actuó minutos antes de la llegada de dos camiones de Bomberos de la Diputación Provincial, uno del parque de Medina del Campo, y otro de Tordesillas.

Según relataron a este periódico testigos del suceso, Vicente, hijo soltero del fallecido y con quien convivía en la casa, acudió a eso de las diez y media de la mañana, en un descanso del trabajo, para encenderle la estufa a su padre viudo, como hacía asiduamente. Allí le dejó, con la estufa encendida, en el sofá del salón, para volver a su puesto de trabajo.

Alarma

Poco después, a las 11,55 horas, el servicio de Emergencias 112 recibía la primera llamada de alerta, que avisaba del incendio declarado en la planta baja de una vivienda situada en el número 23 de la calle José Velázquez de Fresno el Viejo. El 112 dio entonces aviso a los Bomberos de la Diputación, al Centro Operativo de Servicio de la Guardia Civil y a Emergencias Sanitarias - Sacyl, que envió personal sanitario de Atención Primaria de Fresno. En el lugar, los servicios de emergencias sólo pudieron confirmar que el inquilino de la vivienda había fallecido en el interior.

Las primeras pesquisas apuntan a que el anciano Isidro quiso introducir leña en el fuego, o moverla, ya que su hijo había dejado cerrada la portezuela de la estufa, mientras los bomberos encontraron esa pequeña puerta abierta. El incendio se localizó en el interior de la casa. Se quemó el salón y otra habitación. No se vieron llamas desde la calle, sólo humo, por lo que en un primer momento se creyó que el anciano podría haber fallecido por asfixia.Cuando localizaron el cadáver, estaba carbonizado.

«Ha sido un golpe para el pueblo, todo el mundo está muy afectado», aseguró en respuesta a este periódico el alcalde de Fresno el Viejo, Luis Miguel Muñumer. «Nadie se esperaba que pudiera ocurrir algo así», concluyó.

Numerosos vecinos se desplazaron al lugar para ver en primera persona lo que había ocurrido. De las ventanas sólo asomaba ya, de vez en cuando, un gato y un perro, animales con los que convivían el octogenario Isidro y su hijo Vicente. La víctima deja también una hija que reside en Madrid.

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