«Mentir es pecado, padre»

El alcalde de Simancas, el popular Alberto Plaza, advirtió ayer al párroco de La Seca y Simancas –vecino del municipio–, Jesús García Gañán, que mentir no es cosa de Dios. «Mentir es pecado, padre...», le espetó, tras acusarle de querer engañar a los lectores de la red social Twitter. El asunto de fondo, la reclamación por parte del sacerdote de que el Ayuntamiento instale iluminación en su calle, «aunque sea unas farolas viejas», remarcó después en respuesta a este periódico.

Pero el acusador no quedó en muy buen lugar cuando, tras asegurar que la vivienda del cura se asentaba sobre suelo rústico, éste ‘colgó’ en un tweet la foto del último recibo del IBI Urbano. «Recibo de 450 euros de IBI. ¿Eso es rústico?», cuestionó el sacerdote.

El rifirrafe entre el alcalde y el joven párroco se produjo en respuesta a un mensaje del Grupo Municipal de Ciudadanos, que a su vez criticaba que el equipo de Gobierno no les había facilitado documentación solicitada, para formular propuestas de cara a elaborar los Presupuestos de 2019. «Yo después de dos reuniones y seis escritos vuelvo a solicitar el alumbrado en nuestra casa, un derecho básico que no se nos da», respondió García.

Plaza reprochó entonces al presbítero que no hubiera acudido a reuniones vecinales. «Ni excusas para trabajar, ni mentiras ni engaños...», le dijo, a la vez que manifestó que la iluminación «la paga el urbanizador» y afirmó que se había hecho la casa «en suelo rústico, no del pueblo».

Después de advertir el cura que el terreno es urbano, que paga ese recibo y que en dos reuniones que mantuvo con el alcalde se les prometió la iluminación, Plaza volvió a cargar: «Es mentira... es rústico», y es entonces cuando le dedicó la fórmula aleccionadora: «Mentir es pecado, padre...». Una foto con el recibo del IBI terminó la discusión en la red social.

«Peca de soberbia»

Por su parte el portavoz del Grupo de Ciudadanos en Simancas, Pedro Bardisa, aseguró que «con independencia de que los informes técnicos digan si es suelo rústico o urbano, creemos que no es forma de responder a un vecino, aparte de su condición de párroco, o de fontanero, o de lo que sea». A su juicio, «es el alcalde el que ha pecado de soberbia, y la demuestra constantemente. Solamente es necesario acudir a algún pleno para verlo», añadió.

La vivienda del religioso, donde vive con sus padres y al lado de otra vivienda donde reside su hermana, se sitúa junto al barrio de Casas Nuevas. Según la Oficina del Catastro, se trata de terreno urbano, condición que tiene desde el Plan General de Ordenación Urbana de 1986, hace 32 años. Después de este tiempo, la vía se encuentra con pavimento de tierra, sumida en la más negra oscuridad por las noches.

«Lo que venimos a decir es que no es forma de contestar a un vecino», añadió Bardisa. «Desde Ciudadanos llevamos dos años pidiendo iluminación en zonas del municipio que carecen de la misma, zonas como esta, y otras como la calle Juan Ramón Jiménez, Camino del Abrojo, y otras. Se ha presupuestado 80.000 euros para mejoras de alumbrado este año pero no se ha hecho nada en ellas».

García dio todo tipo de explicaciones sobre la situación de su vivienda. «Sólo queremos que nos pongan tres farolas donde vivimos, aunque sean viejas que desechen de otro sitio, porque vivimos aquí dos familias y estamos en la oscuridad», lamentó.Revisó sus papeles hasta dar con la licencia de obras, del 7 de junio de 1983. «En ningún sitio dice que nos tengamos que hacer cargo de la iluminación ni del asfaltado», explicó.

Su reivindicación comenzó el 18 de junio de 2015, cuando solicitó una reunión al alcalde. «Le pedimos el asfaltado del camino, y el alumbrado. Nada más. No pedimos grandes cosas», dijo. «Él nos respondió que el asfaltado, de ninguna manera, porque el camino es medio urbano, medio rústico».

La familia costeó un camión de grava para extender por el camino, que finalmente, gracias a la ayuda de la Cámara Agraria local, pudieron extender, pese a que el Ayuntamiento les había prometido que lo haría, relató. «Como no cumple, yo últimamente aprovecho cuando publica sus mensajes en las redes sociales, para recordárselo y reclamárselo», aclaró. «Y yo lo pido como un vecino del pueblo, no sé por qué tiene que sacar a colación si soy sacerdote o no».

Alberto Plaza terminó por reconocer que el suelo es urbano, y aseguró que se arrepentía de haber respondido a García en Twitter. «No quiero polemizar más, porque al final es una discusión que azuza Ciudadanos, que es quien está malmetiendo», afirmó. «Estoy cansado de explicar a este vecino el problema que tiene ahí». Según el regidor, la casa de la familia de García se asienta junto a un sector por desarrollar. «Desde el Ayuntamiento no podemos urbanizar allí, porque eso le corresponde a una junta de propietarios que están lindando con él».

Sin embargo el camino no es de esos propietarios, sino público. Además el desarrollo de ese sector, el ‘U7’ de suelo urbano no consolidado, caducó hace ocho años, y nadie espera que ningún promotor vaya a aparecer para ‘resucitarlo’.