Un «descafeinado» Toro de la Vega en Tordesillas

Un «descafeinado» Toro de la Vega es lo que se van a encontrar los vecinos de Tordesillas, así lo calificó el presidente del Patronato del evento, Gerardo Abril ya que para él lo importante de este evento era el torneo donde los lanceros se enfrentaban al toro en campo abierto por el recorrido. «La sensación que teníamos antes no es lo mismo que en estas dos últimas ediciones».

Montañesa será el segundo Toro de la Vega que no será lanceado desde que la Junta lo prohibiese en el año 2016.

Según Abril, el evento ahora mismo es «peligroso» porque soltar al toro «en medio del campo» y sin «lanzas» no te puedes «proteger» porque si el toro corre hacia ti «te va a pillar» por lo que muchos «caballistas» prefieren no asumir ese «riesgo» porque tienen «miedo».

El dirigente señaló que se le llama el Toro de la Vega pero se le podría nombrar de otra forma porque, según él, el evento «ha perdido todo el significado». «El torneo era lo que hacía especial esto y, sin él, se puede llamar como se quiera», explicó. El acto reunía a «35.000 o 45.000 personas» y desde que no se lancea al animal «nos hemos quedado los del pueblo solos».

Con respecto cual es el futuro del Toro de la Vega, Abril declaró que «espero que la justicia nos de la razón porque nos ampara la constitución» y que «seamos los tordesillanos los que decidamos si se hace o no»

Abril lamentó que «no les interesamos a nadie y es una pena que se haya perdido esta bonita tradición».

En este festejo, asegura Abril, podían ganar los toros ya que «si pasaba el territorio que tenemos delimitado, sería indultado» de hecho «se salvaron muchos».

El festejo tendrá lugar el martes sobre las once de la mañana que consistía en una cita con los vecinos que se acercaban al municipio para soltar al toro emblema que, desde las calles, acompañaban al animal hasta los prados de Zapardiel. Allí se establecía la lucha y como segundo año consecutivo, eso no será así.

El animal se enfrentaba a los lanceros en mitad del campo con un desenlace y un final, aunque si el toro conseguía pasar el campo, sería indultado.

Una bomba real avisará sobre las doce y media de la finalización del evento y así, el público debe abandonar el recorrido. Si fuera necesario, la organización se encargará de la conducción de la res hasta los corrales.

Como muchas otras tradiciones, la del Toro de la Vega se tuvo que adaptar a los nuevos tiempos que vive este país en los que existe una mayor sensibilidad hacia los animales.

La Junta prohibió que se lanceara al toro mediante un decreto ley del 16 de mayo de 2016 que fue ratificado por las Cortes y que actualmente, tras varias apelaciones del Ayuntamiento, se encuentra en el Tribunal Supremo a la espera de que el máximo órgano judicial se pronuncie.