Una iniciativa que nació en un corral de un patio de labradores
La Mercado Artesanal cumple 19 ediciones con más de treinta puestos procedentes de varios puntos del país
Una de las principales calles del pueblo, donde está el mercado artesano.-REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ C. CASTILLO / PHOTOGENIC
«Todo el mundo lo espera». El Mercado Artesanal de la Tierra de Campos de Tordehumos cumple 19 años, y la expectación aumenta edición tras edición. Al principio se organizó en un corral de patio de labradores, y al poco tiempo tuvieron que sacarlo a la calle porque no cabían los puestos de artesanos interesados en participar.
Los inicios del mercado se remontan a primeros de siglo, y comenzó con algunos vecinos que querían enseñar cómo era el trabajo de artesano. «El primer año se enseñó cómo se tallaba en piedra», concreta el alcalde de Tordehumos, Agapito Bravo. Poco a poco, más especialidades artesanas fueron sumándose a este proyecto.
«El cuarto año comenzaron a instaurarse los dos días de mercado y a ampliarse las plazas, y algún año ha habido hasta 50 puestos», explica a este diario el regidor.
En esta ocasión son unos 35 puestos venidos de varios puntos de Castilla y León, Jaén, Toledo, Cáceres y Cantabria los que acuden a la localidad vallisoletana para mostrar sus obras artesanales: madera, dulces, miel, licores, cuero, cerámica, cristal, huerta ecológica e incluso instrumentos musicales.
«Lo que se está palpando es que este año está más animado que otros años, donde la situación era diferente. De hecho, han llamado más artesanos y ya teníamos el cupo cerrado», explica Bravo, que espera que estos dos días congreguen a unas cuatro mil personas, sobre todo procedentes de la capital vallisoletana y los pueblos de la zona.
El mercado artesanal atrae a «muchísimas familias» y «hace que venga gente con raíces que no viene en las fiestas patronales, por ejemplo». Hoy al mediodía comenzará el mercado y a lo largo del día se desarrollarán varios talleres infantiles –como el de adobes en La Adobera, a las 13.00 horas– o demostrativos –como el de bordado y bolillos a las 19.00 horas o el de queso a las 20.00 horas–. Los más curiosos podrán despedirse con un buen sabor de boca después de participar en la degustación de sopas de ajo de las 21.30 horas.