Castronuño conmemora su libertad
Un centenar de vecinos recrearon la resistencia del pueblo ante los continuos asedios de los Reyes Católicos / La degustación del pincho de Castronuño fue el complemento ideal para el día festivo
Momento de la representación del asedio de los Reyes Católicos a Castronuño.-J. M. LOSTAU
Los vecinos de Castronuño salieron ayer a la calle para conmemorar la historia del pueblo, que estuvo empeñado en resistir la conquista por parte de los Reyes Católicos y conseguir, así, su libertad en el año 1.476.
El día se vivió como un día de fiesta. Mucho ambiente por las calles en «uno de esos días que más gente hay en el pueblo» y es que desde primera hora de la mañana ya «no había sitio para aparcar el coche», comentó el alcalde Enrique Seoane.
En un día que acompañó el buen tiempo, la gente estuvo en los bares con la degustación del pincho de Castronuño, que fue el complemento ideal al día festivo. Consistía en que cada bar del pueblo ponía un pincho, que llevaba el nombre de uno de los protagonistas de la representación y «te podías comer un Rey Fernando El Católico o un alcaide Pedro de Mendaña, que es el protagonista de la obra», remarcó el alcalde.
A lo largo de la tarde llegarían más personas de otros pueblos de la provincia y la capital, aunque la mayoría ya estaban desde por la mañana.
En la representación, los vecinos fueron los protagonistas. Un centenar de vecinos del pueblo participaron, ayudados por una asociación que les hizo los trajes de época. La idea fue del alcalde, que estuvo durante 2014 documentándose y haciendo el guion. La obra tuvo mucha acogida en el pueblo.
La obra de teatro está ambientada en el año 1.476, después de la guerra de Toro en la guerra civil castellana por la sucesión al trono entre Juana la Beltraneja e Isabel La Católica, donde el pueblo de Castronuño estaba en el bando de Juana la Beltraneja, para los enemigos y Juana la Excelente para los partidarios. Tras acabar la guerra, solo quedarían cuatro municipios por conquistar por parte de los Reyes Católicos. Los municipios de Cubillas, Cantalapiedra y Siete iglesias cayeron rápido, pero el pueblo de Castronuño aguantó once meses el asedio constante por parte de los Reyes, que al ver que no podían, compraron al alcaide para que se fuera. Los vecinos, al ver que les traicionaron, derribaron el castillo para que ningún señor feudal viviera en el castillo.
La representación volvió a llenar el Parque de la Muela, el lugar donde se realizó la representación, donde entran en torno a 1.500 y 1.600 personas «en plan cómodos», aunque «se pueden meter más gente porque es un espacio amplio», comenta Enrique Seoane.