El empecinamiento de la calle Olmo detonó una tumultuaria moción de censura en 2016
Román denunciaba los desmanes de la anterior Sociedad de la Vivienda mientras intentaba ‘colar’ los suyos propios
El ex alcalde de Valdestillas, Jesús Román (PSOE), denunciaba los desmanes de la anterior Sociedad Municipal de la Vivienda –una entidad que logró disolver y que, según él, había dejado un ‘agujero’ de dos millones de euros–, mientras intentaba ‘colar’ con la mano izquierda sus propias ‘tropelías’ con la urbanización, a costa de la Diputación y del Ayuntamiento, de la calle Olmo para intereses particulares.
Así lo denunció el actual alcalde de Valdestillas, Alberto Sanz, de Ciudadanos, que tomó el bastón de mando en una polémica moción de censura el 14 de junio de 2016. Los tumultos y algaradas protagonizadas por el público obligaron a suspender dos de las sesiones convocadas para celebrar la moción. A la tercera, gracias al desalojo llevado a cabo por la Guardia Civil, se pudo celebrar con normalidad democrática el traspaso de poderes.
Fue el propio Alberto Sanz quien, el 26 de junio del pasado año, puso en conocimiento del Juzgado de Medina del Campo los hechos sobre la calle Olmo, por si pudieran ser constitutivos de delitos que implicarían al propio ex alcalde Román como a quienes fueran sus concejales, sobre todo su teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, y la edil de Hacienda.
Se da la situación, también descrita en el auto del proceso, de que la ex concejala de Hacienda, que iba a resultar beneficiaria de la actuación irregular, reside en esa calle desde hace más de diez años sin licencia de habitabilidad.
El procedimiento detalla que el cónyuge de la edil había obtenido licencia de obras de vivienda en esa calle el 3 de marzo de 2005, condicionada al cumplimiento de los deberes urbanísticos derivados de las cargas establecidas en el proyecto de actuación, que debe desarrollar el sector donde se proyectaba la vivienda.
El beneficiario de la licencia aportó un compromiso escrito de no utilizar la edificación hasta la ejecución de las obras de urbanización. Luego construyó la vivienda y aún sigue sin urbanizar la vía, pero el edificio sí permanece habitado por la familia desde entonces.