Un potente grupo industrial vasco se interesa por Made y negocia la compra con Economía
Cunext se reúne hoy en Medina con altos cargos de la Consejería / Considera que la tecnología de la planta medinense está obsoleta / El administrador concursal duda del interés del grupo que preside Dámaso Quintana
Trabajadores de la planta de Made en una manifestación celebrada en Villalar en el Día de la Comunidad.-ICAL
El futuro inmediato de Made Isowat se juega hoy en Medina del Campo en dos frentes. El Grupo Cunext, que lidera Dámaso Quintana, se reúne esta mañana en la localidad vallisoletana con altos cargos de la Consejería de Economía y Hacienda para avanzar en los contactos para reflotar la planta de estructuras metálicas que está en concurso de acreedores. Por otro lado, los noventa trabajadores deciden en asamblea si aceptan un ERTE suspensivo que plantea el administrador concursal.
Cunext es un potente grupo industrial oriundo del País Vasco y con sede en Córdoba e instalaciones en Madrid, Barcelona, Oviedo y Vitoria. Ligada a la familia Aristrain, el grupo cuenta con una planta en Ólvega (Soria). Se tata de Aceros Rugui, que también tiene plantas en Guipúcoa y Navarra.
La Consejería de Economía y Hacienda contactó con Cunext hace meses y ha mantenido varias reuniones incluso antes de la declaración de concurso de acreedores de Made. Fuentes conocedoras de estos contactos aseguran que el grupo vasco estaría interesado también en comprar la fábrica de La Coruña.
El grupo está ligado a la familia del millonario José María Aristrain, una de las mayores fortunas de España que incluso aparece en los ranking de Forbes. Mantiene vinculaciones accionariales con Arcelor y Tubacex, su facturación supera los mil millones y cada vez está más instalada en mercados internacionales.
Hace unas semanas imanifestó su intención de iniciar una due diligence para conocer el estado de las cuentas y el valor de la sociedad. La impresión que ha trasladado en diversas reuniones es que Made «está muy mal», que la «tecnología está atrasada» y por lo tanto que la planta medinense «tiene poco valor».
Se da la circunstancia de que la plantilla de Made está convocada para hoy en Medina del Campo para decidir si asume o no la propuesta del administrador concursal de presentar un ERTE pactado y urgente que impida que la deuda salarial siga aumentando y ahuyente a un posible comparador.
El administrador concursal mantiene intensas conversaciones con los representantes de la plantilla para lograr pactar un Expediente de RegulaciónTemporal de Empleo (ERTE) por seis meses que evite el crecimiento de la deuda salarial y permita a los trabajadores cobrar la prestación por desempleo.
El administrador concursal es un firme defensor de este ERTE porque ese aumento de la deuda tiene, a su juicio, el efecto nocivo de ahuyentar a posibles inversores y permite suavizar los efectos de llevar casi cinco meses sin cobrar, según fuentes próximas a la empresa consultora.
Sin embargo, la plantilla se mantiene dividida porque el ERTE que busca el administrador es como «un cheque en blanco», sin garantías de futuro. Por el contrario, el administrador considera urgente pactarlo porque el trámite es mucho más rápido que si es unilateral, algo que permite la ley desde la aprobación de la reforma laboral.
El administrador mantuvo hace varias semanas un encuentro con Cunext. No hubo una propuesta en firme y con posterioridad se han citado en alguna ocasión más pero después se ha desconvocado el encuentro. De ahí que, al día de hoy, dude del verdadero interés del grupo.
Junta y administrador concursal coinciden en la urgencia de cerrar algún tipo de acuerdo que permita al posible inversor cerrar un convenio que inyecte liquidez a Made con el anterior propietario, Roberto Díez Rincón, la empresa de Dámaso Quintana y el administrador concursal.
La Consejería de Economía y Hacienda ve con buenos ojos que este grupo de haga con Made. Y considera que hay un elevado potencial de negocio con la proliferación de parques eólicos y fotovoltaícos.
INTEVERESA
La empresa de estructuras metálicas entró en concurso de acreedores el pasado 11 de mayo, si bien el cese de la actividad se prolonga desde febrero. La compañía del grupo Inteveresa intentó un ERTE de extinción para el cien por cien de la plantilla a mediados de febrero, mientras la plantilla terminaba un ERTE temporal. La deuda acumulada puesta de manifiesto en la solicitud del concurso es de 57,5 millones de euros, aunque se había especulado que rondara los 70.
El grupo gallego Invertaresa, que preside Díaz Rincón, renunció a ese último ERTE de extinción tras el ofrecimiento de la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, de aportar ayudas para solventar los problemas de liquidez.
Los trabajadores llevan casi cinco meses sin cobrar y la situación de algunos «es casi trágico», advierten fuentes del comité.
La plantilla sólo ha recibido el equivalente a veinte días de trabajo, gracias al pago del 50% de un pedido de herrajes y accesorios que ha permitido repartir 257.000 euros. La falta de capital circulante es fundamental para mantener la planta en un estado digno que evite luego gastos excesivos para reflotarla.