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Urueña apuesta por la arquitectura en barro para abrir un nuevo museo

Restaura tres chozos de pastor con bóveda en adobe en unas jornadas sobre construcción tradicional / En Torozos y Tierra de Campos hay catalogados 285 refugios de este tipo, pero sólo se conserva el 20%

Trabajos de rehabilitación del primer chozo de Urueña, donde se van a reconstruir otros dos.-D.V.

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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Urueña suma y sigue en su empeño por afianzarse como destino turístico de la provincia con el impulso de un nuevo reclamo basado en la arquitectura en barro, gracias a la recuperación de los antiguos refugios utilizados por los agricultores hasta el siglo pasado, los denominados chozos, para abrir un nuevo museo donde ensalzar las técnicas de edificación obsoletas y exponer los utensilios empleados en la labranza antes de la mecanización del campo.

Los dos próximos fines de semana –el último de mayo y el primer de junio– desarrollarán en la localidad vallisoletana las segundas jornadas de construcción tradicional, con diferentes sesiones marcadas por las ponencias de expertos y el desarrollo de talleres específicos, cuyo objetivo se centrará en la restauración de estas guaridas de piedra, adobe y madera, ahora en estado de ruina.

La intervención se llevará a cabo en dos chozos ubicados en las eras del camino hacia el paraje de ‘La Cueva’, una antigua bodega de la localidad convertida en mirador, y se sumarán al ya rehabilitado hace dos años con fondos propios del Ayuntamiento y la labor de voluntarios, como primer paso para iniciar la recuperación de estos elementos tradicionales.

En esta ocasión, el proyecto cuenta con una aportación de aproximadamente 25.000 euros, financiados por el servicio territorial de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, explicó el alcalde de Urueña, Francisco Rodríguez San José.

«Además de los recursos patrimoniales que ya tenemos, como la muralla o la iglesia de la anunciada, de ser la Villa del Libro y del valor paisajístico, queremos ofrecer un atractivo distinto apoyándonos en la conservación de los chozos», ensalzó el regidor antes de avanzar que las labores no sólo se centrarán en la rehabilitación, sino que su propósito pasa por tramitar después la declaración como elementos protegidos.

De hecho, según destacaron en las ponencias de los primeros talleres celebrados en 2016, arquitecturas similares a estos chozos de entre diez y catorce metros cuadrados con bancos de descanso y techumbres abovedadas, están consideradas Patrimonio de la Humanidad en otros países.

Aquí, en las comarcas de Tierra de Campos y Montes Torozos, el arquitecto y co-director de las jornadas de Urueña, Óscar Abril Revuelta catalogó los restos de 285 chozos en las provincias de Valladolid, Palencia, León y Zamora, la mayoría desaparecidos, aunque entre un 20 y 25% todavía conservan parte de su estructura, quizá porque las generaciones que los heredaron, trataron de mantener en pie los cobijos levantados por sus padres o abuelos, razona.

«En Urueña había cinco chozos, pero uno se cayó en los 90 y otro se derribó hace seis o siete años, así que sólo quedan los tres que vamos a restaurar para revivir las técnicas de nuestros antepasados», destacó Abril.

El experto recordó que este tipo de edificaciones, erigidas como refugio para los labradores, los pastores o los vigilantes de las cosechas, datan de hace doscientos años, aunque los métodos de construcción de las cúpulas de adobe tienen más de tres mil años de antigüedad. «Cuando las bóvedas se caían, el maestro constructor ya no sabía reconstruirlas, no sabía resolver el problema, porque en la sociedad actual no se estudian estos materiales», añadió haciendo referencia al ‘relevo’ del barro y la mampostería por el ladrillo, el hormigón o la piedra tratada desde mediados del siglo XX.

Por ello, con el objetivo de que esos conocimientos sigan teniendo vigencia en la actualidad y de «crear una conciencia social» que favorezca la recuperación de antiguas construcciones en otros pueblos, los talleres prácticos han ganado terreno a las conferencias en estas segundas jornadas de arquitectura tradicional que se celebrarán en Urueña.

Así, el grueso de las seis jornadas –divididas en los dos fines de semana previstos– se centrará en las labores ‘de campo’, algo que ha sido posible gracias a que los tres propietarios de los refugios los han cedido al Ayuntamiento por un periodo de diez años, aclaró el alcalde.

Una vez finalizada la restauración, y con el propósito de impulsar el proyecto museístico, el interior de los chozos y de las dos casetas anexionadas que también se van a rehabilitar, y que se empleaban para albergar utensilios o proteger al ganado, se dotarán con antiguos aperos e imágenes que permitan al visitante viajar al pasado.

Por el momento, los niños han sido los primeros en ‘estrenar’ la propuesta y en experimentar con sus manos cómo se hacían antaño unos adobes que hoy, gracias a iniciativas como ésta o como la impulsada en Cuenca de Campos a través de la Fundación Re-habitar, vuelven a tener protagonismo.

Más de treinta expertos en Patrimonio

La cita sobre construcción tradicional de Urueña reunirá en la localidad vallisoletana a más de una treintena de personas interesadas en la recuperación del patrimonio, como arquitectos, paisajistas o geógrafos, que participarán en los diferentes talleres previstos a lo largo de los dos próximos fines de semana, centrados en las bóvedas, elementos auxiliares, tierra apisonada, carpintería, morteros, revocos, mampostería o solados.

Además de las ‘clases prácticas’, se celebrarán diferentes ponencias a cargo de expertos relacionados con la arquitectura tradicional, procedentes de varias universidades o colectivos como Smart-Local Tierra o Constru Tierra, y se rendirá homenaje en las jornadas a Félix Jové y José Luis Sáinz, fundadores del grupo ‘Tierra’ en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Valladolid.

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