Rueda califica de ‘excelente’ la última cosecha por segunda vez en su historia

El pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DO) Rueda ratificó ayer, por segunda vez en sus 38 años de historia –46, si se tienen en cuenta los anteriores al reconocimiento oficial de la DO de los que existen registros–, la calificación de la cosecha 2017 como ‘excelente’. Lo hizo después de estudiar el informe y resultados del comité de cata de los vinos de la campaña.Un equipo que inició sus trabajos el pasado mes de noviembre.

«Es importante esta nota de ‘excelente’, porque el Consejo no ha sido muy proclive a dar estas calificaciones», explicó en respuesta a este periódico el director general de la DO Rueda, Santiago Mora. «En el mundo del vino parece que es una norma que las cosechas más cortas van unidas a mayor calidad. No siempre es así, pero en este caso se ha cumplido».

El informe de los servicios técnicos, según Mora, han evidenciado que ha habido un nivel muy alto «que viene a confirmar lo que ya se preveía, porque la calidad de la uva era espectacularmente alta, y especialmente la verdejo».

Es una calidad que ha influido «poco» en los precios de los vinos, que ya se están comercializando desde hace meses y que han subido, pero de forma moderada. A la calidad se une una menor cantidad de cosecha como principales condicionantes del factor precio.

El incremento en la calidad de los vinos de Rueda se evidencia a la vista de la tabla de calificaciones. Si en los registros más antiguos existían cosechas ‘buenas’ y ‘regulares’ (incluso una deficiente en 1973), desde 1994 la tónica general está en cosechas calificadas como ‘muy buenas’ y, desde 2011, dos ‘excelentes’. «La experiencia ha derivado en la regularidad de las elaboraciones, con un estándar que ya es muy alto», explicó el director general de la DO.

Datos de cata

Los vinos elaborados con uvas de la cosecha 2017 se caracterizan por poseer «una gran intensidad en boca, muy persistentes, y una nariz de potencia media, con graduaciones de entre 13 y 13,5 grados haciendo que sean unos vinos largos, intensos, muy estructurados, con sensaciones largas con recuerdos a frutas verdes que persisten y que llenan la boca de frescura», informó ayer el Consejo Regulador.

Además, el comité de cata los define como vinos «con un lento envejecimiento dadas las condiciones de graduación registradas, que alargarán la vida de los vinos, consiguiendo que las características de la variedad vayan madurando y redondeando a medida que pase el tiempo, obteniendo vinos que se irán mostrando más intensos, largos y frescos».

La última cosecha, según los informes de los Servicios Técnicos del Consejo Regulador de la DO Rueda, se ha caracterizado por aspectos como el adelanto de la vendimia de unos 15 días, con respecto a la campaña anterior. Los meses de febrero y sobre todo marzo, cuando muchos días se superaron los 20 grados de máxima, «fueron la causa de que las plantas comenzaran el ciclo biológico con dicho adelanto», explicó el Consejo.

La vendimia comenzó el 17 de agosto con la variedad sauvignon blanc, como es normal en esta zona, ya que es la de maduración más precoz y su ciclo es más corto. La vendimia de la variedad verdejo se inició unos días más tarde, el 22 de agosto, fecha a partir de la cual la recolección de uva de las diferentes variedades acogidas fue ya generalizada.

Hasta el 26 de septiembre, fecha de finalización de la vendimia 2017, se registraron entradas de uva en las bodegas de la DO Rueda todos los días. En total, la vendimia duró 41 días, durante los cuales la recogida se desarrolló en unas buenas condiciones, de forma pausada, a medida que los viñedos iban alcanzando su óptimo grado de madurez.

En cuanto al estado sanitario de la uva, el informe ratificado por el Consejo lo califica también de excelente. No se observaron daños ni por plagas ni por enfermedades, debido en gran parte a la sequía sufrida. Por otra parte, la vendimia mecánica que se efectúa en Rueda de forma mayoritaria desde hace ya bastantes años, aporta a la recogida una uniformidad adicional. Durante la campaña 2017 más del 96% de los kilos de uva que entraron en las bodegas fue vendimiado con máquinas.

Una de las circunstancias que más determinaron la cosecha fue el tiempo. Los accidentes climatológicos provocaron una reducción de la cosecha de un 20%. Entre ellos se registraron heladas primaverales, la primera de ellas, y más importante, el 28 de abril del pasado año, cuando se registraron temperaturas mínimas de entre -5 y -6 grados en la zona comprendida en la provincia de Segovia, y de entre -1 y -4º en algunos municipios de la provincia de Valladolid. El viñedo se encontraba en estado fenológico G (es decir, ya en racimos separados). «El daño fue tal, que se observaron muchas parcelas con prácticamente todos los brotes helados», señala el comité de cata en su informe.

Pero también hubo una fuerte granizada el 7 de julio, que ocasionó graves daños en muchas de las parcelas de viñedo. También la sequía condicionó la campaña 2017, al igual que en gran parte de la región. Destacó el mes de junio, extremadamente caluroso. Durante más de la mitad de los días de ese mes, los termómetros superaron ampliamente los 30 grados, con máximas de entre 36 y 38 grados.