Diario de Valladolid

El control biológico del topillo se extiende a la comarca de Villalón

Después de la cosecha se instalarán 240 cajas-nido en la comarca para favorecer la cría de rapaces que devoren al roedor / Se suman a las cien de Cuenca de Campos

Un grupo de trabajo instala una caja nido en una tierra de cultivo de Cuenca de Campos el pasado año.-GREFA

Un grupo de trabajo instala una caja nido en una tierra de cultivo de Cuenca de Campos el pasado año.-GREFA

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Laura G. Estrada
Valladolid

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El proyecto de control biológico del topillo campesino en la provincia de Valladolid, basado en la instalación de cajas nido para favorecer la cría de rapaces que devoren al roedor, se centrará este año en la comarca de Villalón como continuación de las labores llevadas a cabo en 2017 en la cercana localidad de Cuenca de Campos, gracias a un nuevo convenio entre la Diputación, el Instituto Tecnológico Agrario de la Junta (Itacyl) y el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa).

Después del verano, cuando finalice la cosecha del cereal, está previsto que comiencen a colocarse los refugios para facilitar la estancia de especies depredadoras, una vez se haya determinado su ubicación a partir de las reuniones previstas con agricultores de la zona para ‘diseñar’ el mapa de actuación más adecuado.

Gracias a los 15.000 euros aportados por la Diputación, se dispondrán 90 ‘hogares’ en la zona terracampina –40 para el cernícalo, 40 más para lechuza y otras diez para mochuelo–, según refleja el nuevo convenio, a las que se sumarán otras 150 financiadas con fondos del Itacyl, explicó el secretario general de la ONG Grefa, Fernando Garcés Toledano.

En total, 240 cajas-nido en el entorno de Villalón, que podrían ampliarse con la colaboración de los agricultores, como ya sucedió el año pasado en Cuenca de Campos, cuando se previeron 60 cajas con cargo a los fondos institucionales y finalmente se alcanzó el centenar, pues la junta agropecuaria local sufragó 26 unidades y a título particular ya se habían colocado 14.

El objetivo de estas acciones conjuntas es «generar un corredor desde Osorno (Palencia) hasta Villalón, enlazando proyectos ya en marcha», enmarcó Garcés, que permita atajar «la plaga más dañina y agresiva que existe para la agricultura europea», recuerda el convenio, con «episodios de explosiones demográficas que pueden llegar a originar importantes pérdidas en los cultivos [...] y arruinar fácilmente las cosechas por su voracidad».

En aras de «minimizar los posibles daños» y «salvaguardar la protección de los cultivos» buscando una alternativa al veneno o a las quemas de cunetas, pues «se ha demostrado que, lejos de perjudicar al topillo, afecta al agricultor», a partir de julio o agosto comenzarán las labores de instalación de estos nidos artificiales y en los siguientes meses se realizarán estudios de población de parejas reproductoras y se ‘medirá’ la densidad del topillo.

Según el estudio realizado en Cuenca de Campos, facilitado por la Diputación de Valladolid, el cernícalo vulgar ocupó 34 nidos y se contabilizaron 125 pollos, y la lechuza común anidó en otros 7, con un total de 25 pollos. La instalación de cajas que faciliten el equilibrio depredador-presa, como ocurrirá este año, se llevó a cabo en linderas, márgenes de arroyos y cunetas de parcelas agrícolas donde supongan poca influencia para el correcto trasiego de maquinaria y el desarrollo de las labores agrícolas, reza el texto.

«Los agricultores nos dicen que este año hay muy pocos topillos, debido a la sequía del año pasado, pero hay que esperar a que finalice la campaña para ver la incidencia, sin olvidar que su impacto es cíclico», explicó Garcés antes de contextualizar que, también por la climatología, las parejas de rapaces están tardando más llegar y, como son «especies sin territorios fijos que se desplazan en función de la comida», en la última revisión realizada esta semana han comprobado que aún no han puesto huevos en esta campaña.

«Cuando hay muchos topillos se concentran más aves y, como depende del tiempo, hay que esperar cinco años para hacer una valoración real del funcionamiento del proyecto», añadió el experto.

La elección de Villalón, además de responder a que se encuentra en el corredor entre Palencia y Valladolid, se ha determinado porque Tierra de Campos fue una de las zonas más afectadas por la plaga de hace una década y por condicionantes como la próxima puesta en marcha de una balsa de agua para impulsar los cultivos de regadío.

«El topillo es un animal herbívoro, y tener alfalfa verde todo el año le proporciona alimento, por eso hay que realizar acciones antes de que se estrene». El secretario general de Grefa ensalzó así la importancia de la planificación y no sólo en el caso del acuífero, sino también en proyectos como las concentraciones parcelarias, «muchas de ellas también ligadas a los regadíos», porque se crean superficies más grandes de trabajo, sin lindes suficientes de vegetación natural y sin refugios en estos «paisajes simplificados».

Villalar

La labor de la ONG Grefa se hará más visible gracias a la próxima inauguración de un centro de interpretación del control biológico del topillo en Villalar de los Comuneros, donde habilitarán un espacio dividido en dos módulos para exponer las características de la plaga y su origen, así como las maneras naturales para combatirla a través de las rapaces.

El proyecto, basado en la disposición de maquetas y cartelería, y en cuya preparación ya se está trabajando, prevé inaugurarse el próximo 5 de junio, coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, gracias a una subvención de 13.000 euros.

La propuesta educativa está enfocada al público en general, aunque harán especial hincapié en visitas escolares, y se llevará a cabo en Villalar por el ser el municipio donde iniciaron la labores de control de los roedores en el año 2009 por parte del Ministerio.

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