Brindis por los vinos ‘jóvenes’

El vino está cada vez más de moda, sin embargo los jóvenes tardan en incorporarlo a sus hábitos de consumo y cambiar la tendencia no es fácil. Algo que en una tierra como la de Valladolid, podría ser catalogado de pecado. De ahí que, tras una charla durante el famoso ‘tercer tiempo’ de rugby, un grupo de jóvenes aficionados a los caldos, decidieron, mientras bebían cerveza, apostar por hacer llegar la cultura del vino al público de entre 18 y 35 años con un enfoque lúdico y novedoso. «Queremos quitar la idea de que el vino es caro y que es para gente mayor, todo lo contrario, es para jóvenes, es atractivo y divertido», comenta Manuel Cuadrado, presidente de ‘Jóvenes por el Vino’, una asociación nacida a la Ribera del Duero y que en menos de un mes ya cuenta con más de mil socios.

Con la intención de acercar el vino a los jóvenes, ayer se organizaron unas primeras jornadas en las bodegas Emina de Valbuena de Duero, donde presentaron su asociación de forma oficial ante un aforo completo, más de 60 jóvenes, y con la presencia del presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero. «El vino nos conecta con el pasado, pero también es presente. La provincia de Valladolid está de enhorabuena por poner en valor algo tan nuestro como el vino», comentó Carnero, que también apostó por el componente económico del vino, y social, ya que «la mejor manera que tenemos de conocernos es delante de una copa de vino». La intención de la Diputación es continuar haciendo más acciones a través de todas las Denominaciones de Origen presentes en la provincia para que «los jóvenes se acerquen a la esencia de lo que somos en Valladolid».

Durante la mañana se realizó un debate para trazar ideas de fomento y desarrollo de la cultura del vino entre este segmento de la población, y como no, pudieron disfrutar de diferentes vinos de Bodegas Familiares Matarromera. De esta manera se dio el primer paso para que los bodegueros consigan acercarse al nuevo público.

‘Jóvenes por el Vino’ está dispuesta a crear «cultura» entre los consumidores más jóvenes, pese a que el Observatorio Español del Mercado del Vino publicó un estudio hace una década que determinó que sólo el 5,5% de personas entre 18 y 25 declaraban beber vino de forma habitual. Todo ello desde un punto de vista «más normal y cotidiano, sin tecnicismos», apunta Cuadrado, que cree que a los consumidores novatos les da miedo el tener que enfrentarse a tantos caldos que hay en un bar, y ante el temor de fallar, acaban pidiendo una caña de cerveza.

Además quieren conectar esta cultura con las nuevas tecnologías, para ello han diseñado una aplicación para el móvil que incluye un mapa con los bares que ofrecen vino y atención para jóvenes a precios económicos. «La intención es que los vallisoletanos disfruten de algo que es muy suyo, de su tierra y de su cultura», concluye.