Ni los padres ni ‘El Terre’ desvelan cuál fue el arma usada en el crimen

El cuchillo de grandes dimensiones con el que Miguel Ángel López Galván, ‘El Terre’, causó la muerte del joven de 26 años José Manuel Gutiérrez, el pasado 27 de diciembre en Medina del Campo, sigue sin aparecer. La Policía se apoderó de dos armas blancas durante el examen del lugar de los hechos, pero no existe la certeza de que ninguna de las dos sea la usada en el crimen.

«No tenemos informe forense definitivo para saber qué huellas se han encontrado en los cuchillos, pero tampoco sabemos con certeza cuál fue el utilizado». Con estas palabras el abogado de la acusación, Luis Villarrubia, mostró ayer su enfado ante la instrucción del caso en respuesta a este periódico. Lo hizo tras la vista celebrada ayer en el Juzgado número 1 de la villa, en el que las partes se manifestaron sobre las pruebas a practicar.

Según su relato, la primera prueba recogida por la Policía fue la hoja de un cuchillo encontrada en la basura, correspondiente a un mango separado hallado en la cocina de los padres de ‘El Terre’, lugar de los hechos. «El forense dijo luego que esa hoja no correspondía con la profundidad de la herida y, cuando volvieron a la casa, los padres del acusado ya podrían haber limpiado todos los cuchillos».

Y es que la herida que causó la muerte a José Manuel tenía 15 centímetros de profundidad y al menos 3 de ancho. «En ese momento deberían haber hecho pruebas con luminol, para detectar vestigios de sangre, pero no se hizo», añadió.

ARREBATO

La juez de refuerzo Marta Gómez, ocupando el lugar de la titular del Juzgado número 1, Esther Gómez, autorizó durante la vista la realización de un examen psicológico a Miguel Ángel López, para determinar si podría haber cometido el homicidio bajo un trastorno mental transitorio o arrebato.

Se ocuparán de esa prueba, bajo la supervisión del forense Antonio Herreros, el catedrático de Farmacología de la Universidad de Valladolid, Antonio Dueñas, y el profesor adjunto de Psiquiatría, Vicente Molina. Determinarán el estado mental y el posible consumo de estupefacientes por parte de ‘El Terre’ que, según fuentes policiales, se encontraba en tratamiento el día de los hechos.

«Tanto el ministerio fiscal como nosotros hemos pedido el informe definitivo de la autopsia», explicó por su parte el abogado de la defensa, Julio Cano. «Estamos jugando con un homicidio y sabemos que hay un arma blanca, pero tenemos que determinar si eso fue, o no, la causa final de la muerte».

La calificación de los hechos constitutivos de delito, así, esperarán a la siguiente vista, cuando estén preparadas las pruebas y pueda elevarse el caso a la Audiencia Provincial, para que siga su curso según el procedimiento de la Ley del Jurado. Por ahora el ministerio fiscal se decanta, en función de lo que diga la autopsia, por homicidio voluntario; la defensa, por homicidio con el atenuante de trastorno mental transitorio, y la acusación lo califica de asesinato.

Por otra parte, la acusación solicitó un careo entre la mujer del acusado, Pilar V. V., y los padres del presunto autor, para aclarar la versión de los hechos, ya que existen contradicciones entre lo declarado por la primera y los segundos.

En primer lugar, existen contradicciones sobre cuándo o cómo se apagó la luz en el momento del acuchillamiento. Mientras los padres de ‘El Terre’ dicen que sólo se apagó el interruptor de la cocina y por lo tanto existía una tenue luz de las otras lámparas de la casa, ella asegura que alguien desconectó la llave general, y se apagaron todas las luces de la vivienda. No obstante la versión de ella cambia, según fuentes del caso, si se compara lo que contó a los testigos del bar donde ella y la víctima fueron a pedir auxilio tras la agresión, o lo que relató después a los agentes de Policía.

Según la experiencia de las partes, teniendo en cuenta los plazos en los que suelen concluir los exámenes del Instituto Nacional de Toxicología en las autopsias; lo que podría tardar el examen psicológico de ‘El Terre’ y la resolución de recursos que pretende cursar la acusación, podría ser que «más o menos en abril» concluyera esta fase de pruebas para iniciar la de la Audiencia Provincial de Valladolid.

Los hechos se produjeron el pasado 27 de diciembre, cuando la esposa del acusado, Pilar V. V., de 39 años, y su compañero José Manuel –la víctima–, se personaron en la vivienda de los padres de Miguel Ángel López Galván, de 41 años, en el número 16 de la calle Pozo de Medina del Campo. Querían llevarse al hijo de Miguel Ángel y Pilar –atravesaban problemas conyugales–, que estaba al cuidado de sus abuelos.

‘El Terre’, avisado por sus padres, acudió al inmueble para tratar de evitar que se llevaran al menor, de 9 años. En la cocina de la vivienda se inició una discusión en la que el acusado asegura que «perdió el control», y reconoce que cogió en la mano «algo que había sobre la mesa» –sostiene que no sabía siquiera que fuera un cuchillo–, y se abalanzó sobre José Manuel Gutiérrez, a quien, según los indicios, causó la muerte por arma blanca.