Los vecinos de Villanueva de los Infantes estrenan su tienda de ultramarinos

Villanueva de los Infantes, en el Valle de la Esgueva, al este de la provincia, tenía hasta ayer un problema que se reproduce en muchos otros pueblos de su tamaño: ni una sola tienda donde comprar productos de limpieza y alimentación. Los vecinos vivían pendientes del pitido de una u otra furgoneta que llegaba a la localidad a vender pan, carne, pescado... en días alternos de la semana.

Pero ya no: ayer abrió sus puertas una pequeña tienda de ultramarinos que comercializa ‘de todo’ lo que una casa puede necesitar en el día a día.Se trata de uno de los logros, el décimo, del programa denominado ‘Comercio Rural Mínimo’ que impulsa la Diputación Provincial de Valladolid.

Villanueva de los Infantes tiene poco más de cien habitantes. Todos ellos orgullosos de su iglesia parroquial de Santa María la Mayor, mudéjar del siglo XV, pero demasiado pocos para aportar a una tienda la ganancia suficiente como para permanecer abierta según las competitivas reglas del mercado.

El presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, junto a la alcaldesa de la localidad, Carmen Coloma, inauguró ayer el nuevo establecimiento, y aprovechó la ocasión para recordar que con el Comercio Rural Mínimo «la Diputación de Valladolid pretende garantizar en nuestros pueblos más pequeños un servicio esencial con el que poder abastecerse de productos de primera necesidad. Pero, además, la red de Comercio Rural Mínimo supone apostar por el empleo y contribuir a fijar la población en el mundo rural».

Carnero señaló también como «evidente» que los nuevos hábitos de consumo y los cambios en la distribución comercial «han hecho que muchos de los comercios del ámbito rural se hayan visto abocados al cierre. Una situación que, en los municipios más pequeños, ha supuesto dejar sin un servicio esencial a las poblaciones más pequeñas, que son las que, además tienen mayores problemas de movilidad de sus habitantes».

También destacó que en la mayoría de los casos «los promotores de los establecimientos de Comercio Rural Mínimo presentan perfiles muy similares, fijando su residencia y empadronándose en los municipios donde regentan sus comercios». Y es que «en la mayoría de los casos, 8 de las 10 tiendas ya en funcionamiento, estamos hablando de mujeres emprendedoras», como es el caso del nuevo establecimiento de Villanueva de los Infantes, regentado por Vanessa Pérez y Ana Belén García.

Impulso

El presidente de la institución provincial señaló también que la Diputación «ha decidido este año fortalecer la red de Comercio Rural Mínimo con la puesta en marcha de una línea de ayudas destinada a ayuntamientos de menos de 300 habitantes» que permita acondicionar un local público para el desarrollo de la actividad comercial.

A esa ayuda, se han acogido los ayuntamientos de Villanueva de los Infantes y Santa Eufemia del Arroyo, que abrirá en las próximas semanas y se convertirá así en el undécimo establecimiento de la Red. Una línea de ayudas que se volverá a convocar para 2018 en el Pleno Ordinario de la Corporación provincial de este mes de diciembre.

Se trata, en definitiva, según explicó durante el acto de apertura Jesús Julio Carnero, de seguir avanzando en un proyecto que «impacta sin duda de manera positiva en el desarrollo rural, ya que permite crear empleo, sobre todo de mujeres y jóvenes; mejora la calidad de los servicios de nuestros pueblos, ayuda a fijar población y, además, crea una vía de comercialización de productos locales». Todo ello «genera sinergias con las pequeñas empresas agroalimentarias y los pequeños productores locales».