Diario de Valladolid

‘Memoria Histórica’ amplía a otros dos archivos el rastreo de la represión

Revisarán la documentación de Chancillería y del Histórico Provincial el próximo año gracias a una ayuda de la Diputación / Se suma a la recibida para rastrear los expedientes del psiquiátrico

El secretario de la ARMH de Valladolid, Francisco Redondo, y el presidente de la asociación, Julio del Olmo, revisan algunos documentos.-J.M. LOSTAU

El secretario de la ARMH de Valladolid, Francisco Redondo, y el presidente de la asociación, Julio del Olmo, revisan algunos documentos.-J.M. LOSTAU

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Laura G. Estrada
Valladolid

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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Valladolid, ARMH, continuará el próximo año inmerso en el rastreo de documentación en el Archivo Histórico Provincial y en Chancillería con el propósito de investigar las consecuencias de la represión durante la Guerra Civil y el Franquismo, gracias a un nuevo convenio en 2018 con la Diputación de Valladolid, que se suma al rubricado este año, destinado a la investigación en las dependencias de Nuestra Señora del Prado –el antiguo manicomio–, donde aún están trabajando en la catalogación, y pendientes de la revisión de expedientes.

El nuevo acuerdo, por el que la institución provincial ha comprometido la concesión de 18.000 euros en los próximos Presupuestos, explicó el presidente de la ARMH, Julio del Olmo y constataron fuentes de la Diputación, se destinará previsiblemente a becar a investigadores procedentes de la Universidad de Valladolid (UVA) –aunque aún no se han definido los términos del convenio– al igual que se está haciendo en la actualidad con la ayuda de este año, cifrada en 25.000 euros para contratar a siete alumnos en dos periodos de tres meses, una vez finalice el plazo de presentación de solicitudes.

El objetivo en ambos acuerdos se centra en rastrear la información que albergan estos tres archivos de la capital –el Provincial, el Histórico Provincial y el de Chancillería– durante un periodo concreto de la historia reciente de España para ahondar en nuevas líneas de investigación que «hasta ahora nunca se habían abordado», remarcó Del Olmo.

«La información directa en gran medida ha desaparecido porque, a excepción de los archivos militares, se hacían expurgos y por eso tenemos que recurrir a fuentes indirectas y a cotejar datos obtenidos en otros archivos para tirar del hilo», aclaró el presidente de la ARMH de Valladolid para destacar la importancia de la labor de en la que están inmersos. «Por suerte, se generaba mucha información», apostilló.

A pesar de que apenas existen esos ‘expedientes directos’ –«son poquísimos, así que resulta complicado», destacó Del Olmo–, confían en que la documentación custodiada en los tres archivos, unido a la información de la que ya disponen después de quince años de trabajo, les ayuden a profundizar en las consecuencias de la represión más allá de la cifra de fallecidos.

Los huérfanos, los desterrados, los enfermos o los presos políticos son algunas de las líneas en las que tratan de profundizar. Por el momento, ya han podido constatar que las dependencias del psiquiátrico se utilizaron durante los primeros años de la dictadura como cárcel para presos enfermos a punto de morir.

Es decir, convivían internos con enfermedades mentales con represaliados a los que trasladaban desde otras prisiones cuando estaban en fase terminal. «El manicomio era un moridero», remarcó Del Olmo a partir de la documentación revisada hasta ahora en Nuestra Señora del Prado.

Sin embargo, las labores de rastreo en ese centro se han paralizado a la espera de que se incorporen los estudiantes de la Universidad de Valladolid –previsiblemente después de la festividad de Reyes–, pues los voluntarios de la ARMH que iniciaron la investigación comprobaron que había mucha documentación en cajas que aún no se había clasificado y faltaban por localizar los expedientes correspondientes a mujeres.

«Estamos en un tiempo histórico», enfatizó Julio del Olmo. «Después de que hayan transcurrido más de ochenta años, esos pactos de silencio de la Transición han roto gracias a la presión ejercida por colectivos como el nuestro y la clase política entiende que es momento de abrir unas investigaciones que hasta ahora se paralizaban».

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