Diario de Valladolid

La ley de urbanismo de la provincia de Valladolid estará lista en 2020

Junta y Diputación acaban de adjudicar la actualización de las normas para facilitar trámites a cien pueblos sin planeamiento / Las actuales datan de 1996

Iglesia y restos del castillo en el núcleo urbano de San Martín de Valvení, con figura obsoleta de planeamiento.-S.M.V.

Iglesia y restos del castillo en el núcleo urbano de San Martín de Valvení, con figura obsoleta de planeamiento.-S.M.V.

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Laura G. Estrada
Valladolid

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Los municipios más pequeños de Valladolid que no tienen planes urbanísticos o que cuentan con planeamientos obsoletos que no se ajustan a las actuales disposiciones vigentes en Castilla y León, están más cerca de obtener un ‘cobijo legal’ gracias a la actualización de las normas territoriales de la provincia, cuyo trabajo acaba de iniciarse a fin de facilitar los trámites a los enclaves sin dichos recursos.

En total, cien localidades con menos de 500 habitantes censados –que no están obligados a a tener figura propia de planeamiento–, se beneficiarán de la adecuación de unas normas comunes para todo el territorio provincial, y podrán recurrir a ellas para poder llevar a cabo cualquier tipo de obra, residencial o empresarial, olvidándose del enrevesado camino burocrático que deben emprender ahora, sobre todo si se trata de un proyecto de cierta envergadura.

La ausencia de un plan propio, unido a las contrariedades existentes en algunas normativas sectoriales, se traduce en una dilatación de plazos hasta que se aclara el procedimiento, por lo que el nuevo marco provincial será una herramienta fundamental para acelerar incluso solicitudes más sencillas, como la altura de un vallado o el retranqueo de una calle.

El problema es que la actual normativa provincial tampoco sirve para ‘desbloquear’ actuaciones relacionadas con el planeamiento urbanístico, pues datan de diciembre de 1996, es decir, tienen más de veinte años de antigüedad, y no se ajustan a la Ley de Urbanismo de Castilla y León ni al Reglamento de Urbanismo de la Comunidad.

«Era necesario llevar a cabo su actualización para saber cuáles son las reglas», subrayó el diputado de Asistencia y Cooperación a Municipios, Alberto Collantes.

Gracias a un convenio rubricado entre la Diputación y la Junta para ‘poner al día’ el marco legislativo, se está avanzando en facilitar el trabajo administrativo a los pequeños municipios. En total, se han invertido 152.599 euros –sufragados a partes iguales entre ambas administraciones públicas–, frente a los 200.000 previstos, lo que supone un ahorro de casi el 24% respecto a la cuantía inicial.

La empresa encargada de llevar a cabo la redacción de las Normas Urbanísticas Territoriales de ámbito provincial de Valladolid, elegida por procedimiento abierto, será la sociedad limitada profesional Urbanismo y Planificación Territorial, según se anunció en el Boletín Oficial de Castilla y León, y tendrá un plazo de 33 meses, es decir, de casi tres años, para llevar a cabo el proceso.

Hasta ese horizonte de 2020, el trabajo se dividirá en cuatro fases de actuación, tal y como se refleja en el pliego de condiciones. En primer lugar, la empresa deberá elaborar una memoria informativa y un documento inicial estratégico, para después presentar un comento para la aprobación inicial con un informe de sugerencias y alternativas.

La tercera fase sería el documento para la aprobación definitiva que deberá presentarse ante el Consejo de Medio Ambiente, Urbanismoy Ordenación del Territorio y, por último, tendrá que aprobarse la entrada en vigor, con las modificaciones o cambios que fueran necesarios.

Para llevar a cabo el nuevo marco provincial, la empresa deberá conocer la realidad urbanística de cada pueblo y mantener reuniones periódicas con las corporaciones locales, juntas vecinales, la Diputación y la Dirección General de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo, a fin de garantizar un «continuado asesoramiento a los municipios afectados», reza el pliego.

En ese estudio tendrán que analizar la extensión de cada enclave, su historia, la estructura poblacional y económica, su sistema agropecuario, las infraestructuras o las dotaciones urbanísticas, y se prestará «especial atención» a la arquitectura tradicional y construcciones auxiliares.

De los cien pueblos beneficiarios de la actuación, 73 cuentan con una figura obsoleta denominada Proyecto de Delimitación de Suelo Urbano, pues apenas se separa con una línea lo que era suelo urbanizable o rústico, y el resto no tiene ninguna herramienta de planeamiento.

La mayoría son enclaves que no superan el umbral de los cien vecinos, aunque en total engloban a 11.159 habitantes de la provincia, recordó el diputado de Asistencia y Cooperación a Municipios, lo que supone el 2,14% de la población de Valladolid y, atendiendo a la extensión del territorio, agrupa casi un tercio de la superficie, en concreto el 29%.

A partir de la entrada en vigor de la normativa provincial, podrán recurrir a ella para tener claro de manera ágil y sencilla qué construcciones se pueden autorizar y dónde, los porcentajes de edificabilidad, las alturas en función de cada tipología residencial, las anchuras de los viales, la protección de los Bienes de Interés Cultural o las autorizaciones necesarias para instalar antenas, parques eólicos o placas fotovoltaicas.

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