Diario de Valladolid

Furtivos amenazan con un cuchillo a un agente forestal

Pide la documentación a tres galgueros y le sacan un cuchillo / Medio Ambiente estudia un protocolo para establecer más medidas de seguridad

La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales distribuyó ayer esta imagen de la agresión, en la que uno de los presuntos cazadores furtivos estaría amenazando al guardia forestal.-

La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales distribuyó ayer esta imagen de la agresión, en la que uno de los presuntos cazadores furtivos estaría amenazando al guardia forestal.-

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Tres cazadores furtivos intentaron apuñalar a un agente medioambiental el pasado domingo. Después de recibir la llamada del presidente de un coto de caza para advertir de la presencia de furtivos, el agente encontró a tres ‘galgueros’ que rondaban el lugar. Cuando se acercó a pedirles las licencias oportunas ellos, «en actitud desafiante y sin mediar palabra», sacaron un cuchillo intentando amedrentar y apuñalar al agente.

Sólo una rápida carrera hacia su vehículo, en el que logró entrar antes de que lo alcanzaran, logró salvarle de un navajazo que sí alcanzó la chapa del coche. El agente logró grabar las imágenes, «que ya han sido puestas a disposición judicial, junto con el correspondiente atestado».

Así lo denunció ayer la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales (Apamcyl), a través de un comunicado en su web oficial. «Prestaba servicio en solitario sin medios de seguridad. Exigimos responsabilidad a la Junta de Castilla y León», añadió la entidad. Estos profesionales, que prefirieron no identificar el lugar de la provincia de Valladolid donde ocurrió el suceso, demandan más medidas de seguridad.

«Hacemos un llamamiento a la Junta para que tome cartas en el asunto y se habilite reglamentariamente la obligatoriedad de realizar servicios en pareja», demandó el colectivo. «También para que dote de los elementos de defensa proporcionales a las intervenciones a que se enfrentan los agentes».

Por otra parte, el agente se encontraba de guardia de incendios forestales, lo cual, según Apamcyl, «deja patente la imprevisibilidad de este tipo de riesgos en los servicios que se prestan como policía medioambiental».

Reflejos

«Suerte que tuvo buenos reflejos y logró meterse en el coche», explicó el responsable de UGT del sector, José Luis Ferreras. «Dieron con el cuchillo en la puerta y a él no le pasó nada. Si le llegan a pinchar, allí se desangra y se queda en el terreno. Nadie se habría enterado de lo que había pasado», añadió.

Los agentes medioambientales se muestran atemorizados. En su cuenta oficial han colgado fotos de coacciones y amenazas recibidas en anteriores ocasiones, en forma de pintadas en los muros de distintas edificaciones rústicas de la provincia. «Guarda forestal, hijo de puta, vamos a por ti, fuera de la provincia», se puede leer en una de ellas. «Te vamos a quemar vivo», reza otro de los mensajes.

Desde UGT destacaron que en situaciones como esa el agente ambiental, que no debería actuar solo por los protocolos en vigor, usualmente lo hace por falta de personal.

Por su parte el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, expresó ayer su apoyo y reconocimiento a la labor de los agentes medioambientales, que reconoció conlleva «cierto riesgo». Lo hizo en declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos de las Cortes, donde anunció que se avanza en la elaboración de un protocolo que incrementará la seguridad.

El consejero celebró que no ocurriera «nada que haya afectado» a la integridad del agente y destacó que la Junta trabaja con los sindicatos en ese plan de seguridad que espera cerrar «cuanto antes».

También recalcó que es una «preocupación máxima» para su departamento la seguridad de los agentes medioambientales, y avanzó que se establecerán protocolos de actuación, así como la posible incorporación de medios de defensa, que no sean armas. «No va a ser por medios o cuestión económica o por organizarnos mejor», concluyó.

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