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Tudela viaja en el tiempo a lomos de bueyes

La trashumancia hace que la tradición se cuele en el programa de fiestas de la localidad

Un momento de la actividad de la trashumancia de los bueyes, recuperada en las fiestas de Tudela.-E. M.

Publicado por
Guillermo Sanz

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Tudela de Duero ha querido incluir este año un viaje en el tiempo en su programa de fiestas. La localidad vallisoletana ha querido mirar al pasado, a la década de los 30 y 40 del pasado siglo, con tres actividades de trashumancia, dos nocturnas y una matinal, la que tuvo lugar ayer ante los ojos de un centenar de curiosos que lanzaron un pulso al sueño acumulado y madrugaron para empaparse de esta lección de historia.

A las 9 de la mañana, El Prado, situado detrás de la Mambla y la Cuchilla, servían el punto de partida para media docena de bueyes que emprendieron un camino por las cañadas reales hasta el recorrido del encierro. Los animales mansos de la Finca Ilusiones, recrearon, paso a paso, cómo sus ancestros hacían el mismo recorrido para llevar desde el campo hasta el coso a los toros que se iban a lidiar.

En esta ocasión los toros no acompañaron a los bueyes durante los dos kilómetros de recorrido. Los astados esperaban en la plaza para el tercer encierro.

La chocolatada sirvió en Tudela para calmar el hambre antes de entrar en la Misa en Honor a San Roque en la Iglesia de la Asunción y la posterior procesión por las calles de la localidad.

Ya por la tarde la diversión se disparó para los tudelanos de todas las edades con la fiesta de la espuma y el pasacalles amenizado por la charanga de La Resaka.

Ya por la tarde, después de reposar la paella que alimentó a los presentes en el parque del Bailador, el espectáculo Ekilibúa regó el espacio cultural que Tudela ha designado para sus festividades. El espectáculo teatral, premiado en el TACValladolid 2016, hizo las delicias de los presentes.

La tarde no pisó el freno en ningún momento y la música se hizo dueña del pasacalles y del concurso de habilidad con el porrón, que retó a decenas de personas en la Plaza Flor de Castilla.

La Discomovida Infantil hizo bailar a los más pequeños a última hora de la tarde antes de que Dos de Picas rindiera tributo en la Plaza Pablo Arranz a lo mejor del pop-rock nacional. La fiesta no paró con el último acorde. La discomovil Trinity alargó la fiesta más allá de la medianoche. Fue un punto y aparte, porque las fiestas continúan hoy a todo gas en Tudela.

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