Diario de Valladolid

Agua para regar la tradición

Miles de personas se reúnen en Peñafiel para bailar al ritmo del primer Chúndara de las fiestas patronales / Junto al pasacalles, los toros toman el protagonismo en la localidad

Un grupo de jóvenes reciben Un grupo de jóvenes reciben son mojados con agua lanzada desde los balcones de Peñafiel durante el primer Chúndara de fiestas.-PABLO REQUEJO

Un grupo de jóvenes reciben Un grupo de jóvenes reciben son mojados con agua lanzada desde los balcones de Peñafiel durante el primer Chúndara de fiestas.-PABLO REQUEJO

Publicado por
Guillermo Sanz

Creado:

Actualizado:

Pasacalles hay muchos, pero Chúndara solo uno. El ADN del momento álgido de la festividad de Peñafiel es único y por ello es motivo de orgullo a los pies del castillo que corona a la localidad vallisoletana. Desde la loma donde se levanta el que fuera hogar del conde Sancho García, se escucha el júbilo y se aprecia la explosión de color que provocan autóctonos y turistas, unidos para regar la tradición.

Dedicado a todos aquellos que levantan sus brazos cuando suenan las primeras notas del chúndara, que se emocionan desde el primer compás de la entrada, que han esperado un año entero para sentir esa emoción que solo sienten los que lo han bailado alguna vez. Estas palabras grabadas en una placa al inicio del recorrido dan la bienvenida, año tras año, a una cita ineludible que ha visto cómo ha sufrido una metamorfosis desde un nacimiento situado a principios del pasado siglo.

El cortejo solemne fue cogiendo ritmo con el paso del tiempo y hoy los 550 metros que separan la Plaza de España de la Plaza del Coso se convierten en un jardín de la alegría en el que una marea movida por los compases musicales del Chúndara avivan sus ganas de fiesta cada vez que llega un nuevo calderetazo de agua desde los balcones.

Ayer, Peñafiel hizo honor a su escudo y demostró fidelidad a una tradición que se ha convertido en el día más esperado del año. Los peñistas y visitantes acabaron empapados en la primera de las tres sesiones que vivirá este aplaudido pasacalles. Hoy y mañana (ambos días a las 17.00 horas) las adoquinadas calles de Peñafiel volverán a empaparse de la tradición y contagioso con su espíritu festivo a una localidad que durante su semana de fiestas duplica su población desde los 5.500 hasta más de 10.000.

La avalancha de gente que reciben las calles de Peñafiel exigen también duplicar la seguridad. ProtecciónCivil y la Policía Local de Peñafiel doblan esfuerzos estos días para controlar una avalancha de miles de personas que inundan las calles del municipio.

Esas miles de almas que llegan hasta Peñafiel procedente desde todos los puntos de la geografía española son los que dan cuerpo al Chúndara, como asegura el alcalde de la localidad,Roberto Díez:«El Chúndara existe gracias a la participación de la gente. Lo grande es que sea una manifestación civil y voluntaria que es capaz de hacer que sea lo que es», asegura.

Aunque el Chúndara es la gasolina que mueve las fiestas en Peñafiel son más los focos en los que se mantienen encendidas las ganas de diversión. Entre ellos, la tradición taurina, que continúa siendo la gran protagonista de las fiestas de Nuestra Señora y San Roque. «ElChúndara se ha convertido en una de las actividades más importantes en Peñafiel, pero la tradición taurina está muy arraigada», asegura Roberto Díez.

Ayer, tras el pasacalles, llegó el turno de hacer hueco a los toros. Primero con la novillada en la que se lidiaron dos novillos elegidos por el diestro Gómez Valenzuela, que estuvo acompañado de su cuadrilla. Más tarde, Peñafiel vivió la capea y suelta de novillos.

El día, que había comenzado con sabor taurino con el tradicional encierro y la primera capea del día (en la que resultó corneado un hombre de 40 años), terminó en la Plaza del Coso con el Toro de Fuego, un homenaje al mundo taurino sin animal de por medio. El Toro de Fuego despedía el día en el que se rendía tributo a la Virgen de la Asunción sin un animal como protagonista pero con un festín de fuegos artificiales que hicieron las delicias de los pequeños peñistas, que esperaron hasta medianoche para ver este espectáculo de luz y color.

El tren de las fiestas no ha llegado a su última estación en Peñafiel. Las actividades continuarán hasta el próximo sábado. Los encierros y las capeas tocarán diana cada día y los toros de fuego despedirán cada jornada. Entre medias un aluvión de actividades como la Décima Muestra de Artistas de Calle-Mac, que comenzó ayer con Clownación de Kamaru Teatro y que continuará hoy con Al fin y al cabo del Gran Rufus y mañana con Rodolfo y Rita, de la Compañía Passabarret.

tracking