Diputación retoma el centro turístico de Villa del Prado

La Diputación de Valladolid da los últimos pasos para convertir el edificio anexo a la Granja José Antonio, su emblemático edificio en Villa del Prado, en un centro de dinamización de la enogastronomía y el turismo de la provincia. El plan para dar utilidad a la edificación sufre un retraso de lustros, pero ahora da sus últimos ‘coletazos’ tras el replanteamiento sobre su destino hace un año.

Después de años de terminadas las obras de rehabilitación del antiguo edificio y del anexo, que permanece cerrado, la institución sacó ayer a licitación el proyecto de contenidos, suministro e instalación del espacio, con un presupuesto de 100.000 euros y sólo dos meses de ejecución. El plazo de presentación de ofertas se prolongará hasta el 25 de septiembre, lo que podría llevar a que en el primer trimestre de 2018 el centro estuviese listo para abrir sus puertas.

El nuevo equipamiento forma parte de la estrategia de la Diputación de Valladolid para potenciar el sector vitivinícola y agroalimentario en el territorio provincial. Y el motor será el impulso a la promoción turística y empresarial, vinculada a las Denominaciones de Origen, a las Rutas del Vino certificadas y a la marca Alimentos de Valladolid. A gusto de todos.

La Granja José Antonio, que hasta finales del siglo XX se utilizó como centro de formación agraria y a principios del XXI albergó diversas escuelas-taller para formación en albañilería, es una «infraestructura ideal», según la Diputación, «para pilotar desde allí esa estrategia y darla a conocer, en el principal nicho de mercado: la ciudad de Valladolid, tanto entre sus habitantes como en los turistas que recibe».

La institución pretende que en el edificio, que tras su reforma ya es «moderno y funcional», se celebren eventos y acciones de promoción y comercialización, en coordinación con bodegas, consejos reguladores y empresas agroalimentarias.

El edificio, situado en la parcela 5 del plan parcial Villa delPrado, cuenta con dos plantas, que serán utilizadas para diferentes fines y que el adjudicatario del proyecto deberá desarrollar. La planta baja cuenta con 176,59 metros cuadrados que comprenden dos zonas ya delimitadas, la primera de 14,19 y la segunda de 160,5. Esos espacios están actualmente diáfanos. En la planta primera, por otra parte, se encuentra disponible una sala de 65,12 metros cuadrados.

La planta baja contendrá un punto de recepción e información, a través del cual se informará a los visitantes sobre las instalaciones, servicios y actividades del centro y, en general, sobre el turismo enológico, de naturaleza, cultural, y gastronómico de la provincia.

Una sala multifuncional también estará ubicada en la planta baja, con una exposición permanente sobre las Denominaciones de Origen y otras figuras de calidad, rutas del vino, y de la marca Alimentos de Valladolid. Deberá contener también, al menos, un mapa interactivo, táctil y retroiluminado de la provincia de Valladolid, donde se identificarán, de manera «clara y pedagógica» las zonas y los pueblos que la integran y que se destacarán los elementos identificativos de cada una de ellas, que permitan enlazar con los portales turísticos oficiales.

Un ‘espacio gourmet’ mostrará la riqueza y variedad de los productos alimenticios y vitivinícolas propios de la provincia, en especial de los que integran la marca Alimentos de Valladolid. En este espacio se procederá a la venta de productos típicos de la tierra.

Ya en la planta primera, se ubicará una sala de actividades, con la idea de que tanto esta sala como la multifuncional puedan acoger actividades educativas, de ocio y promocionales para el público asistente, tales como catas, degustaciones, maridajes, presentaciones o jornadas. También podrán desarrollarse presentaciones, workshop o concursos de sumiller. En cualquier caso, la ocupación máxima para cada sala será de 50 personas. El centro se integrará en la red de infraestructuras turísticas de la Diputación.