Los ‘patateros’ establecen el listón en 12 céntimos el kilo

Medio centenar de productores de patata se reunió ayer en Tordesillas para conocer la situación del sector en el arranque de la campaña. Convocados por el sindicato agrario Unión de Campesinos de Castilla yLeón (UCCL), analizaron los datos de producción y tuvieron la oportunidad de cambiar impresiones sobre el comportamiento del mercado.

La primera de las conclusiones del encuentro dejó sobre la mesa la posibilidad de sostener los precios, pues los productores constatan una demanda que por ahora es difícil de cubrir. Se pone de manifiesto porque los almacenistas están comprando patata ‘en verde’, es decir, arrancada antes de la maduración.

«Los intermediarios vienen diciendo que la cosa está muy mal, para apretar y bajar los precios», afirmó uno de los asistentes a la cita. «Hemos comenzado la campaña como querían los almacenistas, pero vemos que hay margen de actuación». Para corregir esas «presiones» tanto los responsables de UCCL como la mayoría de los participantes se pusieron como objetivo no bajar de los 12 céntimos el kilo. Y como precio óptimo, valoraron llegar al menos a los 15 céntimos.

Eso sí, «que nadie piense que la situación va a ser como el año pasado», alertó el responsable regional del sector de la Patata de UCCL, Guillermo Ruiz, a quien acompañó en la mesa informativa el representante de Segovia, Javier Rincón. Se refería a la campaña de 2016, cuando los precios llegaron a superar los 34 céntimos el kilo.

Acudieron al encuentro productores de varias provincias. Señalaron que la campaña sólo ha comenzado en la zona de Carpio –aún en poca cantidad–, y algunos días antes en Nueva Villa de las Torres. También en la comarca zamorana de Toro, donde aún no son muchos los camiones que cargan, a unos precios de entre 10 y 12 céntimos, según los productores presentes ayer en el centro cívico de Tordesillas.

Por otra parte, los agricultores vieron conveniente esperar a la maduración de la patata. «Parece que nos vamos a morir por esperar 15 días. Si llama un comprador y la patata no está lista, hay que decirle que está verde, y punto», señaló otro participante.

Ruiz subrayó este punto de vista. «Si sacamos media cosecha a principios de agosto y luego sube el precio, como ocurrió el año pasado, es media cosecha que hemos desaprovechado», aseguró en responsable del sindicato agrario. «El mercado puede estar plagado de patata dentro de un mes, pero a lo mejor dentro de dos meses, no».

El responsable de UCCL llamó a la calma, ya que no se prevé que Francia pueda abastecer en agosto, ni Andalucía en septiembre, dos zonas de producción que suponen la principal competencia de Castilla yLeón. «Nos asustamos a nosotros mismos», aseguró otro productor. «Nos creemos que nos van a invadir las patatas francesas y no va a ser así».

Por otra parte, los agricultores apelaron a un código ético para lograr influir en los precios a favor de los productores, en el que recomendaron «verdad» y «seriedad». Es decir, acostumbrarse a comunicar sin recelo a otros cultivadores los precios de ventas realizadas, de tal forma que los intermediarios no puedan presionar a la baja aludiendo a operaciones con otros, que el agricultor no tiene forma de verificar.

«Hay que ser realistas», observó Ruiz. «Con los mimbres que tenemos ahora esto es lo único que podemos hacer», añadió. Por eso, el responsable de UCCL recomendó «dar una oportunidad» a la interprofesional de la patata, ante la desconfianza generalizada de los agricultores.

«Una interprofesional que sea democrática», deseó Ruiz, «y que sea útil para los agricultores». Por eso, puso como modelo la que existe en Francia, creada «por el Gobierno hace 40 años», que ha logrado que el sector sea líder en el mercado europeo. «Una interprofesional se puede hacer así, bien, o la puede hacer la Junta para quitarse el ‘marrón’ de las patatas», aseguró.

Los productores respondieron haciendo patente sus dudas: «La interprofesional no se crea por falta de confianza de los agricultores», señalaron varios, y reprocharon, también, la falta de unión de los cinco sindicatos agrarios. A eso, Javier Rincón respondió que si no hay unión entre los sindicatos, es porque «no todos vendimian para el mismo lado».

Los agricultores señalaron también que a esa desconfianza se une la poca unión entre los propios productores. «Somos 4.000 y aquí estamos 40», manifestó alguno de los asistentes. Para otros, es la Junta la que «no hace lo suficiente» para que se cree esa interprofesional.

UCCLcomunicó diversos datos de producción a los participantes en el encuentro, como la superficie sembrada de patata en 2017, que se ha incrementado un 2,97% respecto al año pasado, cifrándose en 20.477 hectáreas.

Los responsables sindicales señalaron, no obstante, que el año 2015 la superficie cultivada descendió notablemente, un 9% respecto a 2014. Ávila, Burgos y Salamanca son las provincias que mayor repunte de superficie han registrado, con un 16,6%, 9,1% y 8,3% respectivamente. Aun así la superficie se encuentra ligeramente por debajo de la sembrada en 2014, que se situaba en 20.699 hectáreas.