Diario de Valladolid

El pueblo que no quiere ser BIC

Alaejos planteará a la Junta limitar la protección de Interés Cultural a las dos iglesias y el castillo

Una de las calles del casco histórico de la localidad vallisoletana de Alaejos.-M. CALLEJA

Una de las calles del casco histórico de la localidad vallisoletana de Alaejos.-M. CALLEJA

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Los reconocimientos son sinónimo de relevancia, de distinción destinada a ensalzar la importancia de quien los atesora pero, en ocasiones, puede convertirse en un lastre. Es lo que le sucede a la localidad vallisoletana de Alaejos, dispuesta a renunciar a su título de Bien de Interés Cultural como conjunto histórico después de observar en los últimos años que esa ‘medalla’ pesa como una losa entre los vecinos en el desarrollo de su día a día.

Cualquier intervención que quiera realizarse dentro de buena parte del término municipal debe pasar un exhaustivo examen antes de obtener el beneplácito de la Administración regional, pues, según explicó el alcalde, Carlos Mangas, la catalogación es tan amplia que no sólo protege a sus joyas patrimoniales, sino a un radio que incluye viviendas, construcciones antiguas e incluso tierras de labranza.

«Si alguien quiere reconvertir una cuadra, reformar un corralón o arreglar una vieja edificación, tiene que pasar por la Comisión de Patrimonio, y los plazos se alargan durante meses para obtener al final una resolución que puede ser negativa, así que estamos detectando que se abandonan los proyectos debido a que ese proceso resulta largo y costoso», subrayó el alcalde de la localidad, Carlos Mangas.

Tantos son los «problemas», que las licencias y declaraciones responsables de obras se acumulan en los dos últimos años –más de treinta, según los cálculos del regidor–, y por eso el equipo de gobierno municipal está sopesando trasladar una petición oficial a la Junta de Castilla y León después de haberles trasladado «en numerosas ocasiones» dichas dificultades.

«Estamos a favor de conservar y defender el patrimonio, pero facilitando que el vecino pueda vivir en el pueblo», añadió Mangas tras insistir en que, al tener una protección que engloba al conjunto histórico del pueblo, el casco está salpicado de edificaciones en mal estado y los proyectos se realizan en zonas más alejadas.

Para poner fin a esta situación y evitar, además, nuevas sanciones por no comunicar obras, el Ayuntamiento está estudiando reducir la protección BIC a sus tres emblemas: las iglesias de San Pedro Apóstol y la de Santa María, y el castillo del siglo XV, aunque será la Junta de Castilla y León quien tenga que dar el visto bueno al nuevo perímetro después de más de tres décadas con protección al conjunto histórico general.

La limitación del espacio protegido no es la única batalla que está librando el Ayuntamiento en materia urbanística. En los próximos días nombrará al equipo redactor que se encargará de actualizar las Normas Urbanísticas Municipales (NUM), para lo que ha reservado una partida de 72.000 euros, confirmó el alcalde de Alaejos. Las actuales datan de 2008.

Entre las principales actuaciones destaca la creación de un polígono industrial de 21 hectáreas para facilitar la instalación de empresas en el municipio, aunque en la primera fase únicamente se dividirá en parcelas de entre 1.000 y 2.000 metros cuadrados la mitad de la superficie.

El nuevo polígono sustituirá al área industrial dibujado en 1987 en la localidad sobre una zona de cinco hectáreas que no llegó a desarrollarse por las «dificultades orográficas» y por la «pérdida de interés» de los propietarios de las terrenos por impulsarlo.

«La nueva propuesta alternativa está mejor comunicada, entre la carretera de Castrejón, la N-620 y la autovía A-62, y dotará al pueblo de suelo industrial, tras un esfuerzo del Ayuntamiento, que ha invertido 315.000 euros en adquirir las parcelas, explicó Carlos Mangas.

En materia de vivienda, el Ayuntamiento aprovechará la actualización de las Normas Urbanísticas para «reducir al máximo» las parcelas de suelo urbanizable, pues también se catalogaron en los años 80, recordó el regidor, y «no tiene sentido» que continúen con esa calificación, puesto que no hay visos de un crecimiento tan masivo en el pueblo –tienen capacidad para duplicar una población de 1.400 vecinos en la actualidad–.

Entre las intervenciones destaca también una nueva ampliación del cementerio, con la catalogación de una parcela colindante de 6.000 metros que se suma a la anterior, de 4.000 metros, que hicieron recientemente para dar respuesta a las necesidades de mayor espacio en el camposanto.

tracking