Diputación de Valladolid y Arzobispado retoman el Plan de Iglesias

La Diputación y el Arzobispado de Valladolid retomaron ayer, tras un año de paréntesis, el convenio que pone en marcha el Plan de Iglesias y Ermitas, que invertirá 875.000 euros en el arreglo y mantenimiento de los templos de las localidades de la provincia de menos de 20.000 habitantes. Como novedad, la Iglesia ha incrementado notablemente su aportación, duplicándola, hasta los 300.000 euros. La Diputación pone un poco más, hasta 400.000, y los ayuntamientos que soliciten las ayudas aportarán los restantes 175.000.

«Hay tres lugares fundamentales en un pueblo: el Ayuntamiento, la plaza y la iglesia», donde «los vecinos acogen a los recién llegados y se despiden de los que se van». Con estas palabras el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, justificó los fondos que la institución destina al arreglo de esos templos. «Las iglesias son un componente tradicional y atávico de nuestros pueblos», afirmó, «y todos los alcaldes, independientemente de su ideología, tienen entre sus prioridades mantener en buen estado la iglesia de su pueblo».

El propio Carnero y el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, firmaron durante la mañana el documento en el Palacio de Pimentel, sede de la institución provincial. El programa de colaboración, que se aplazó en 2016, permitió que entre los años 2012 y 2015 se beneficiaran de actuaciones de rehabilitación y mejora 142 edificios. 120 de ellos eran iglesias, y 22 ermitas. Se invirtieron en esos años 1.607.400 euros, de los que 1.008.490 aportó la Diputación de Valladolid, 277.430 el Arzobispado y 321.480 los ayuntamientos beneficiados.

Pero esas cifras se refieren sólo a los años de presidencia de Carnero, ya que durante toda la historia del Plan las intervenciones han sido muchas más. Desde 1994, en que se firmó por primera vez este convenio, hasta este 2017, se han recuperado «casi la totalidad de las iglesias y ermitas de la provincia de Valladolid que no están declaradas Bien de Interés Cultural (BIC)», informó la Diputación.

En total se han realizado 1.079 actuaciones (865 en iglesias y 214 en ermitas), en las que se han invertido más de 12,6 millones de euros, de los que 6,35 millones aportó la Diputación, 1,36 el Arzobispado, 2,52 los ayuntamientos y 2,25 la Junta de Castilla y León (que retiró sus aportaciones desde 2009). Otros 0,12 millones se debieron a otras aportaciones puntuales.

Las actuaciones que se llevarán a cabo se refieren, mayoritariamente, a la reparación de cubiertas y muros, drenajes, tratamiento de estructuras, saneamientos y tratamiento de humedades, pintura, carpintería y reparación de torres. Asimismo, las obras se dirigen a la reparación o consolidación de elementos, estructurales o no; a acabados en el interior y a la instalación o sustitución de sistemas que faciliten o mejoren las condiciones funcionales. Los criterios de selección de las obras serán su carácter urgente y que se destinen a que el edificio reúna las mínimas condiciones de funcionalidad, así como las necesarias para mantener los edificios en buen uso.

El convenio suscrito ayer se une a otras actuaciones de la Diputación, vinculadas a la conservación de bienes muebles del patrimonio religioso de la provincia, de los que forman parte órganos, retablos e imágenes de singular valor a través de distintas líneas de actuación que supusieron la inversión de 667.839 euros entre 2012 y 2015.

En el último programa se invirtieron 377.887 euros en la restauración de los órganos de Rueda, Nava del Rey y Tiedra; 72.000 euros a la restauración de 18 imágenes a través del convenio con la Fundación Edades del Hombre, que este año permitirá restaurar 5 nuevas imágenes con un importe de 18.000 euros; y 217.952 euros a la recuperación del Programa de Restauración de Retablos, que ha permitido ya actuar en 6 retablos de la provincia, y que en 2017 cuenta con un presupuesto de 75.000 euros para nuevas actuaciones.

Por su parte, Ricardo Blázquez hizo hincapié en la importancia de «entregar a las siguientes generaciones unos bienes preciosos que hemos recibido», y ensalzó la labor que desde hace décadas realiza LasEdades del Hombre en la rehabilitación del patrimonio.