Bodegas ‘dos punto cero’ en Cigales
El primer PGOUfavorece su conservación / Las considera elementos del patrimonio tradicional, las incluye en el casco urbano y permite otros usos como viviendas, comercios o restaurantes
Vista aérea parcial de una de las dos zonas de bodegas de Cigales, conocida como ‘Los Gatos’, que contará con mayor protección y usos con el PGOU.-EL MUNDO
Cigales protegerá sus dos barrios de bodegas centenarias con un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) innovador, el primero de su historia. El nuevo planeamiento, que inició su periodo de exposición pública el pasado jueves, incluye estas construcciones subterráneas en el casco urbano y las dota de usos compatibles que hasta ahora no tenían.
Esas dos zonas, conocidas entre los vecinos de la localidad como barrios de Malpique y Los Gatos, cuentan con más de 400 bodegas tradicionales de los siglos XVI al XVIII. Entre ellas, 200 están documentadas. Algunas se han convertido en un atractivo visitable e incluso una la gestiona el propio Ayuntamiento como Centro de Interpretación de este tipo de construcciones subterráneas.
Corazón de la Denominación de Origen a la que da nombre, Cigales quiere poner en valor su historia y su tradición vitivinícola. Uno de los planes es reactivar esos lugares donde tradicionalmente se elaboraban los vinos, para que sirvan de focos de creación de riqueza y como atractivo turístico.
Para ello les concede usos peculiares. El PGOU dará cobertura legal, a las que estén alineadas a viales, para que puedan ser usadas como vivienda unifamiliar, comercio tradicional, establecimiento cultural, hostelería o algunos tipos de oficinas, como las asociadas a establecimientos turísticos u hosteleros. El uso predominante continuará siendo, eso sí, el de bodega. La norma no establece intensidades de uso sobre la edificabilidad de cada parcela para los usos compatibles.
Como norma general para todas las bodegas, el PGOU las contempla con uso vitivinícola, pero autoriza su destino para ocio, recreo a nivel público o privado, incluido uno de los usos más habituales en este tipo de construcciones entre los vecinos: como merenderos. En cuanto a las bodegas semienterradas, el PGOU limita los usos restantes a la elaboración de vino, con carácter familiar.
Incluso la distribución de las zonas de bodegas en Cigales habla de la historia del municipio. Aquellos paisanos de hace medio milenio, de principios del siglo XVI, comenzaron a excavar sus galerías en el barrio de Los Gatos. La zona ha cambiado, y ahora permanece dividida por la carretera VP-3402, de tal forma que una de sus partes, lindera a la calle Ronda del Obispo, queda totalmente integrada en el núcleo urbano.
El terreno de Los Gatos resultó demasiado arenoso en algunas de sus partes, y las bodegas instaladas en ellas comenzaron a hundirse. Por eso aquellos cigaleños de los siglos posteriores, sobre todo el XVII y XVIII, se trasladaron a la zona opuesta del pueblo, hoy conocida como de Malpique.
Desde finales del siglo pasado, las bodegas de Cigales perdieron su función original. Se convirtieron así en un espacio para meriendas y reuniones. «En un espacio para el recuerdo», señalan fuentes municipales. «Lugares conservados más por lealtad a su memoria histórica que a necesidades reales».
Aun así, en muchas ocasiones este patrimonio tradicional se ha ido abandonando por sus propietarios. Por otra parte, «el acomodo a otras actividades ha provocado modificaciones del aspecto exterior sin ningún tipo de normativa ni criterio a seguir».
El nuevo PGOU pretende «servir de soporte para actuaciones que revitalicen este paisaje y sus instalaciones, de forma que una nueva oportunidad permita la conservación de los espacios tradicionales». El texto regula también las condiciones de urbanización en las zonas de bodegas en suelo urbano.
El primer Plan General del municipio se ajusta a una población estimada, a diez años vista, de 6.271 habitantes, resultado de sumar los 5.071 registrados en el censo de 2015 a un promedio de crecimiento de 120 habitantes por año. El total de viviendas registradas a fecha de 2011 era de 2.667, con una media de 2,25 habitantes por cada hogar. El número de viviendas previstas de cara a 2025 es de 3.443, de ellas, 2.787 con carácter principal.
En cuanto a los suelos, elPGOU establece uno urbano que ocupa 97,45 hectáreas, otro urbanizable con 156,67 y otro rústico, que se extiende en las restantes 5.895,51 hectáreas del término.