Un motero ruso advierte: «En Tordesillas hace mucho calor»
Dimitri Balaev recorrió más de 5.000 kilómetros sobre su moto para llegar al Pinar de Valdegalindo / El piloto nacional más lejano llegó de Gran Canaria
El ‘motauro’ ruso Dimitri Balaev (C)-DIEGO RAYACES
La crónica de Motauros es la suma de miles de historias únicas y personales, todas peculiares. Algunas llaman especialmente la atención, como la odisea del motorista ruso Dimitri Balaev, llegado al pinar tordesillano de Valdegalindo tras recorrer más de 5.000 kilómetros. Eso es afición.
Cuando se le pregunta, asegura que ha vivido unos días «grandes» y que volverá a otras ediciones «en cuanto pueda». Pero lo más peculiar es su percepción sobre la climatología castellana en enero: «Aquí en Tordesillas hace mucho calor», aseguró ayer, versado en otros fríos esteparios siberianos.
Dimitri será uno de esos históricos que pasará a los anales de la concentración tordesillana. Entre otras anécdotas, por lo complicado que fue comunicarse con él y con otros dos compatriotas suyos. Una tarea casi imposible hasta que los organizadores encontraron a un intérprete de ruso entre los concentrados.
Pero historias las hubo este fin de semana a cientos. Algunas las repasaron ayer en la entrega de reconocimientos, como la del ‘motero solitario’ Santiago Rivas, que llegó primero a Valdegalindo por décimo sexta vez, o la del inscrito más joven, una bebé de 19 días, llamada Irene Gutiérrez.
Otros aficionados singulares fueron Jacobo Castro, el piloto más joven, con sólo 4 años; o Andrés Zarzuelo, el piloto de mayor edad, con 76 (hubo tres de la misma quinta, y fue necesario comprobar los carnés de identidad para distinguir al mayor); o Gabriel Cuevas, piloto nacional más lejano, llegado desde Gran Canaria; o la ‘motaura’ llegada desde el punto más lejano de la Península Ibérica, María del Mar Chaparro, que emprendió el camino desde su localidad de residencia, Málaga, y recorrió 850 kilómetros.
Un apunte en esos ‘anales’ de Motauros mereció también el motoclub más numeroso, llegado de Portugal con 39 inscritos; o el motoclub más fiel, el asturiano ‘Astur Fénix’, que acude desde la primera edición de la concentración. Especialmente fiel fue también la niña Berta Martín, que participa ininterrumpidamente desde hace 8 años.
La gala de clausura puso punto final a la edición número 17, que ha mantenido un excelente nivel.