Villalar comienza un Plan de Protección del Sitio Histórico

La localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros se prepara ‘blindar’ los elementos históricos que permitan perpetuar su esencia como epicentro de la batalla en la que el ejército imperial de Carlos I derrotó a los revolucionarios comuneros en el siglo XVI, un episodio de referencia que sirve para rememorar la festividad de Castilla y León cada 23 de abril.

En las próximas semanas comenzará la elaboración de un Plan Especial de Protección de Sitio Histórico donde se llevará a cabo un inventario de los elementos significativos y se determinarán los usos permitidos en áreas protegidas, como podría ser la campa o el camino hacia Marzales.

Serán los técnicos que elaboren el proyecto los encargados de rastrear y analizar los hitos singulares de este enclave, que será el primero de la Comunidad en contar con una norma de estas características, pues se trata del primer municipio que cuenta con la catalogación de Bien de Interés Cultural.

En concreto, la consideración de ‘Sitio Histórico’ –referida de forma genérica como «el lugar o paraje natural vinculado a acontecimientos o recuerdos de pasado, tradiciones populares, creaciones culturales o literarias, y a obras del hombre que posean valor histórico, etnológico, paleontológico o antropológico»– la consiguió en 1996.

En ese año Villalar de los Comuneros obtuvo el ‘título’ de BIC con categoría de Sitio Histórico, por haber alcanzado «un significado de primer orden» y haberse convertido en «punto de referencia» para la población de Castilla y León.

A partir de ahí, la normativa obliga a la elaboración de este Plan Especial, que el Ayuntamiento de la localidad acaba de solicitar consciente del ‘vacío’ que llevaban arrastrando desde hace una década. Eso sí, aunque su redacción es obligatoria, el Reglamento para la protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León no establece un plazo para su cumplimiento, según aclaraciones del jefe del Servicio de Urbanismo de la Diputación, Luis Torroglosa.

Para adjudicar la contratación del proyecto, la institución provincial ha anunciado una subvención por la que se compromete a sufragar el 75% de los coste total de la redacción, que asciende a 21.000 euros. A fecha actual, confirmó el jefe del servicio, la ratificación de la ayuda económica está a la espera de firmar el correspondiente Decreto de Presidencia.

A partir de la rúbrica, confían en que el documento de protección pueda estar terminado a finales del próximo año, ya que no existen especiales dificultades a nivel urbanístico ni patrimonial. A priori, será un trabajo sencillo.

La zona delimitada dentro del área de protección incluye el llamado ‘Puente Fierro’ y el entorno en un radio de 500 metros y, dentro del casco urbano, el contorno que delimita las parcelas con fachada a las iglesias y sus calles comunes. «Se trata de una zona de inmuebles construidos sobre todo en los años 50, algunos de las cuales se han ido reformando y otros están en ruina», explicó el alcalde de Villalar, Luis Alonso Laguna, para enmarcar la situación actual.

Cualquier intervención dentro de la considerada como zona protegida que se haya propuesto desde la aprobación del BIC como ‘Sitio Histórico’, es decir, desde hace una década, ha necesitado una autorización expresa de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, un trámite que a partir de la aprobación de la nueva normativa no será necesario, pues el propio Ayuntamiento tendrá potestad para otorgar licencias, en función del Plan Especial que se rubrique.

Ejemplo diferente al resto de conjuntos históricos

La consideración de Villalar de los Comuneros como Bien de Interés Cultural en la categoría de ‘Sitio Histórico’ le confiere un grado de protección similar al que ostentan otras localidades con el título de ‘Conjunto Histórico’, pues el objetivo es proteger la estética singular que los han hecho merecedores de dicha consideración. Pero el desarrollo de la normativa será completamente diferente, pues en el caso de Villalar, el Plan Especial hará más hincapié en cuidar los elementos aislados.

Habrá que esperar a la firma del acuerdo entre la Diputación y el Ayuntamiento de la localidad para ahondar en los ámbitos sobre los que se desarrollará la normativa. Por ejemplo en los conjuntos históricos –que en la provincia de Valladolid son Alaejos, Medina de Rioseco, Medina del Campo, Montealegre, Peñafiel, Rueda, Simancas, Tordesillas, Urueña y Villalba de los Alcores– se detalla el nivel máximo de altura de las edificaciones, las rejerías, las cubiertas... incluso se regulan las señalizaciones, la estética de las terrazas o las características de las aceras.

En Villalar, sin embargo, no se prevé llegar a tanto detalle, sino en un texto más genérico, centrado en salvaguardar lo que se consideren hitos de referencia.

Una vez aprobado, el Ayuntamiento ya tendrá potestad para aprobar las licencias que se soliciten, lo que permitirá agilizar los trámites. Ahora cualquier intervención se dilata en el tiempo, pues tiene que elevarse a la Comisión de Patrimonio, que se reúne una vez al mes, por lo que la tramitación de cualquier obra se prolonga.