La empresa que clausuró el hotel de Rioseco cierra otros 2 en Tordesillas

El cierre inminente de los hoteles Real de Castilla y Pozo de la Nieve dejará en la calle a treinta trabajadores en Tordesillas. Será el próximo viernes, después de que en la tarde de ayer la empresa adelantara la clausura, prevista en un primer momento para el 31 de octubre. Mañana mismo los trabajadores recibirán una carta que les notificará estos extremos.

A partir de pasado mañana, los trabajadores comenzarán a contabilizar los siguientes días como vacaciones. En una semana, el próximo 5 de octubre, se producirá un encuentro entre la empresa y los representantes de los trabajadores, para negociar el Expediente de Regulación de Empleo tramitado por la entidad. De no haber acuerdo serán los tribunales, como marca la ley, los que se hagan cargo de determinar las liquidaciones.

Entrada principal del hotel Real de Castilla, en la calle Vista Alegre, 2. EL MUNDO

Ayer se celebró una reunión entre los jefes de departamento de ambos hoteles y portavoces de los trabajadores, con la empresa, representada por la directora, Vanesa G., y un asesor. Comunicaron que se emitirán las mencionadas cartas el 29 de septiembre (mañana), y que el cierre definitivo tendrá lugar al día siguiente, 30.

El grupo mayoritario es el de los empleados del Pozo de la Nieve, un total de 18. Sin embargo, son los que menos costará liquidar a la empresa, que se hizo cargo del hotel el pasado 1 de mayo. Así, el que más antigüedad tiene de todos ellos no supera los cinco meses.

El grueso de los componentes del ERE está en el otro establecimiento, Real de Castilla. Doce trabajadores que tampoco contarán con una gran indemnización, a la vista de que la empresa gestora, Grupo Evilon XIII, se hizo cargo el 1 de enero de 2015. «A los que llevan menos de un año los despedirán por no superar el período de prueba», aseguró ayer una fuente cercana consultada por este periódico. «A los que llevan más de un año o más de dos contratos, serán los que entren en el ERE».Por ahora, disfrutarán de su mes de vacaciones, a la espera de las ofertas de GrupoEvilon XIII.

Impagados

Pocas esperanzas tiene la plantilla de que se cumplan cualquiera de sus expectativas, a la vista de que la del Hotel Los Amirantes, de cinco estrellas, que cerró la misma empresa a principios de este mismo mes, continúa sin cobrar sus indemnizaciones. Pese a que en el hotel riosecano la entidad mercantil figura con el nombre de ‘Grupo Inversor BSI’, se trata de dos marcas de la misma matriz.

La directora explicó que había presentado a su superior un plan de viabilidad de los establecimientos tordesillanos, que consideró «viable», según la misma fuente. La empresa, sin embargo, decidió poner punto final a la actividad.

Con estos dos establecimientos, ya son tres los que se ven en dificultades en Tordesillas este mes, junto a El Tratado, cuyo gerente huyó en la noche del domingo dejando numerosas deudas.

«Es una situación preocupante la que están pasando los hoteles de la provincia», explicó el portavoz del PP y hostelero tordesillano, Miguel Ángel Oliveira. «Es triste decir que no contamos con un mapa de hoteles del territorio, y aunque existen muchos planes de dinamización de los establecimientos de la ciudad, no pasa así con los de los pueblos», añadió.

Oliveira asistió ayer a una reunión de la Asociación Provincial de Hosteleros en la que se decidió solicitar ayuda, tanto a la Diputación como a otras administraciones, para llevar a cabo planes de dinamización de cara a «paliar una situación que puede llevar al cierre de más hoteles en la provincia de Valladolid».

Por su parte el alcalde de la villa, José Antonio González Poncela, explicó que ha tratado de ponerse en contacto, tanto con el Grupo Evilon XIII como con el gerente del hotel El Tratado, sin éxito. «Hemos hablado con los trabajadores y nos hemos puesto a su disposición para lo que sea necesario», apuntó el primer edil.

Poncela mostró su extrañeza por el hecho de que echen el cierre tres hoteles en «uno de los mejores años en cuanto a afluencia turística», y lo achacó a que las empresas «han podido efectuar otras inversiones en las que les haya ido mal», puesto que en Tordesillas «la ocupación se ha comportado muy bien».